Aprobados y suspensos del Málaga: el punto sale muy caro

Alfonso Herrero: Respondió a muy buen nivel a dos de los tres remates de Panichelli en la primera parte, pero le fue imposible atajar el que supuso el tanto visitante.

Carlos Puga: De más a menos. Empezó con bríos y subiendo continuamente por la banda derecha, pero su influencia en el partido se diluyó bastante en la segunda mitad.

Álex Pastor: Él y Galilea sufrieron de lo lindo ante Panichelli, sobre todo en la primera mitad. El delantero visitante se le adelantó en la acción del 0-1.

Einar Galilea: Cometió alguna imprecisión y Panichelli le ganó la espalda en el gol del Mirandés.

Víctor García: Tuvo un papel relevante en las acciones a balón parado hasta la entrada de Antoñito. Se echó en falta mayor presencia suya en ataque.

Manu Molina: Él debe ser el faro del Málaga y fue la referencia siempre en la salida de balón. De menos a más, acabó siendo importante en la segunda mitad.

Juanpe: Mal primer tiempo el suyo. Además, vio una amarilla en el 19′ y Pellicer le sustituyó por Ochoa en el descanso.

Larrubia: Tampoco tuvo su mejor día. Un error en un pase originó la primera ocasión del Mirandés, en las botas de Panichelli.

Dani Lorenzo: El mejor del Málaga. Rozó el gol en dos ocasiones, se ofreció siempre entre líneas y fue quien puso más lucidez al ataque blanquiazul.

Kevin: Una lesión en el aductor de su pierna izquierda le sacó del campo antes del descanso. Está pendiente de pruebas. Salvo sorpresa, se perderá varias semanas.

Baturina: Diluido y desasistido, tuvo muy poca presencia en el partido.

Lobete: La nota negativa del encuentro. Entró antes del descanso por Kevin y se marchó en camilla con un fuerte golpe en el primer metatarsiano de su pie izquierdo. Está pendiente de pruebas, pero en el Málaga se temen que pueda ser una lesión de cierta importancia.

Aarón Ochoa: Una de las joyas de la corona de la cantera. El canterano derrocha personalidad y su protagonismo en el equipo seguirá creciendo. Tuvo una ocasión para marcar al final del encuentro, pero el disparo le salió muy centrado.

Antoñito Cordero: Puro talento y electricidad, siempre suma y hace que pasen cosas. Esta vez no marcó, pero suyo fue el servicio desde el córner que Dioni convirtió en el tanto del empate.

Dioni: Salió muy motivado y encontró el premio del gol con el que pudo homenajear a su padre, recientemente fallecido.

Haitam: Volvió a jugar después de muchos meses en el dique seco por una grave lesión de rodilla. Se le notó falto de rodaje, pero Pellicer y el club confían y esperan mucho de él.

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