Aprobados y suspensos del Espanyol: sale vivo del fuego amigo

Pacheco: En la primera fue, como el portero del Real Zaragoza, un espectador. No tuvo que hacer ni una sola parada, todos los balones que tocó fueron con los pies. Después de la expulsión de Calero se vio más bajo el foco, normal, y no pudo hacer nada para el 1-1 de Manu Vallejo. En el 84′ se alió con el palo y en la continuación de la jugada lució para desviar el tiro de Bermejo.

Óscar Gil: Parece ser el lateral derecho titular de Ramis. Germán Valera apenas le achuchó y ello le permitió sumarse, en contadas ocasiones, al ataque. Le señalaron faltas un poco sibilinas y se llevó, merecida, la primera amarilla del partido. Al descanso, por culpa de esa amarilla, fue sustituido.

Calero: Tras una primera mitad sin estridencias lo tiró todo por la borda cuando frenó a Germán Valera, en el 58′ de una manera tan brusca como innecesaria. El jugador del Zaragoza estaba muy lejos de la portería. El árbitro no dudó con su roja y, claro, condicionó totalmente a su equipo. Cuesta de entender para un futbolista profesional. El VAR tampoco le salvó.

Cabrera: Visto lo visto es, sin duda, el mejor central que tiene Ramis. Marcó la línea a la perfección en los minutos importantes y supo defender de manera excelente el área. Importante.

Brian Oliván: En ocasiones debería controlar sus gestos. Intentó subir la banda, pero confundió con sus movimientos provocando errores en el pase. Se desquitó en el inicio de la seguda parte con un centro excelente que acabó en el gol de Edu Expósito.

Gragera: Se juntó bien con Aguado en la contención y fue, en ocasiones, el tercer central en la salida del balón, pero es que en ataque, cuando ha de crear juego, se pierde. Es un mediocentro que no rompe líneas ni intenta dar verticalidad a su equipo. Todos los pases en horizontal. Fue sustituido al descanso.

Aguado: Es el único que trata de ponerle una marcha más al juego y que intenta cosas diferentes. El problema es que está demasiado solo para la creación. Trató de filtrar balones, pero no encontró a sus compañeros. Fue, como Edu Expósito, uno de los damnificados por la expulsión de Calero.

Edu Expósito: Se agradece que haya un jugador que mezcle entrega y calidad. Fue el único, en la primera mitad, que intentó tirar a portería. Y en la segunda parte tuvo su recompensa. Llegó perfecto desde segunda línea y remató, de manera excelente, el centro de Brian Oliván. Poco le duró la celebración del gol porque, por culpa de la expulsión de Calero, fue sustituido.

Puado: En la primera mitad se perdió entre la presión del Real Zaragoza y apareció muy poco. Tras el descanso, más liberado por la aparición de Pere Milla pudo retrasar un poco su posición y tener más contacto con el balón. En el 54′ inició la acción del 1-0. Cuando el Espanyol se quedó con diez se multiplicó y vivió minutos de sacrificio puro.

Jofre: Trató de dar velocidad a sus acciones, pero no supo zafarse en ningún momento de Germán Valera, que es extremo reconvertido a carrilero. Creó muy poco en ataque y al descanso fue sustituido. Estuvo muy lejos del nivel que mostró en la Copa del Rey ante el Valladolid.

Braithwaite: El árbitro le pilló la matrícula y no le señaló ni una sola falta a favor en toda la primera mitad. Alguna sí lo fue, pero no hubo manera. Jair le controló a la perfección y no encontró ni una sola oportunidad para aparecer dentro del área rival. Mejoró, y mucho, tras el descanso. Fue el líder que se espera de él en ataque. Aguantó y levantó al equipo cuando más lo necesitaba en los últimos minutos.

Pol Lozano: Salió demasiado espitoso y a los seis minutos ya se cargó con una amarilla. Aportó intensidad y tensión.

Omar: Correcto, sin errores.

Pere Milla: Es todo entrega, pero le sigue faltando definir bien. En el 55′ robó un balón peligroso y no acabó de tirar bien a portería. Le falta para ser un futbolista determinante.

Sergi Gómez: Salió por la roja a Calero y cumplió.

Keidi Bare: Se desfondó, como es habitual en él.

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