ESPANYOL

Aprobados y suspensos de un Espanyol que también sabe sufrir

Los blanquiazules, impenetrables atrás, aguantan el 0-0 tras una primera mitad bastante buena.

Enric FontcubertaEFE

Joan. No tuvo que intervenir en las dos más peligrosas de la primera parte. Impecable por alto, excelente con los pies. Aportó seguridad y calma. Se nota que es un portero de otra categoría. Si el Espanyol es un equipo sólido es en parte gracias a él. Paró todo lo que le llegó.

Omar. Tuvo problemas para contener a Otero y en general estuvo blando en defensa. Se ganó alguna bronca de sus compañeros. Poquito en ataque, pese a que dobló en numerosas ocasiones a Jofre. Vio una roja con el 90 cumplido, discutible, que comprometió mucho al equipo.

Calero. Rápido al cruce, atento a la cobertura y contundente por arriba. En una palabra: Imperial. Fue su mejor actuación de la temporada, de hecho quizás la mejor desde que viste de blanquiazul y eso que llegó al club en el verano del 2019.

Cabrera. Otro buen partido del uruguayo, en la línea de sus últimas actuaciones, siendo una pieza fundamental del equipo. Seguro por arriba, supo cómo y cuándo correr hacia atrás.

Pere Milla. Jugó 60′ minutos de lateral zurdo. Puso un centro decente a Braithwaite pero sobre todo cumplió con su misión más importante: frenar a Hassan. Para un futbolista recolocado, tan lejos de su posición natural, nada más se le puede pedir. Acabó exhausto.

Gragera. No fue su mejor actuación, pero no desentonó. En la línea de sus compañeros en defensa, no estuvo sin embargo cómodo con el balón en los pies. Aportó, eso sí, equilibrio en el centro del campo. El tramo final de partido, clave para sellar el pase.

Keidi. Fundamental en las ayudas defensivas, sufrió cuando se rompió el partido. Hoy por hoy un jugador difícilmente sustituible pues hace un trabajo poco agradecido que ningún compañero puede realizar. Le faltó afinar el disparo.

Jofre. De más a menos, mientras le duró la gasolina fue un dolor de cabeza para la defensa del Sporting. Eléctrico, incisivo y desequilibrante. Como casi siempre, le faltó definir mejor el último pase, regate o disparo.

Melamed. Se llevó los aplausos del público siendo el primer cambio del partido. Buen síntoma. Jugó un partido más que digno, correcto de cara y bastante bien de espaldas a portería. Aguantó las salidas de sus compañeros pero le faltó darle velocidad al ataque. Sin acierto de cara a portería

Braithwaite. Avisó en el 17′, tiró al palo 65′ y generó un gol (anulado) cerca del final. Entre estas tres acciones destacadas, multitud de remates, ocasiones, desmarques… Es un jugador que vale un ascenso. No marcó, pero es que solo le faltó eso.

Puado. Pudo prácticamente cerrar la eliminatoria a los 20 segundos, pero falló. Y esa fue, de hecho, la dinámica durante todo el partido. Hizo muchas cosas bien, corrió y participó pero siempre con un ‘pero’ final. Un regate de más, un disparo desviado, un balón perdido. Le faltó, como tantas otras noches, concretar.

Oliván. Tuvo una excelente ocasión nada más salir y puso otro centro peligroso. En defensa, salvó al Espanyol en una acción de Guille Rosas. Aportó piernas y frescuras en una banda donde el Espanyol estaba sufriendo.

Salvi. Intrascendente en ataque, acabó de lateral tras la expulsión de Omar.

Gastón Valles. Salió para dar una referencia a la salida en largo. Tocó alguna por arriba, pero sin una gran incidencia en el juego.

Aguado. Salió para dar seguridad al Espanyol y no lo consiguió. Si la idea era que con él el equipo tuviera más el balón, no funcionó.

Bauza: Entró por Puado para aguantar el empate.

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