Anquela suma su primer punto con el Ibiza

La UD Ibiza y el CD Mirandés empataron (1-1) este domingo en un partido sin demasiado brillo. El punto es el primero que logra Juan Antonio Anquela como entrenador de los ibicencos, con el que se frena una racha de cinco derrotas consecutivas de su escuadra. Aunque los isleños tienen que mejorar todavía muchísimo si quieren salir del descenso. Mientras, los de Miranda de Ebro continúan sumando, pero se mantienen igualmente en la zona peligrosa.

En la primera parte los dos equipos tuvieron mucho miedo a perder. El Ibiza, que comenzó con brío, no acabó de encontrar su juego. Los celestes se limitaron a defenderse ante un Mirandés que tampoco fue una amenaza para Fuzato. Los primeros 20 minutos del choque fueron infumables, impropios de la categoría, con todo fiado a la contención y nada a la creación. Un aburrimiento para los aficionados, que acudieron a la llamada del club ibicenco, que necesitaba remontar el vuelo. También hubo seguidores de los de Miranda de Ebro, que tampoco podían estar muy satisfechos con el juego de los suyos.

Sin embargo, los que primero avisaron fueron los visitantes. Salinas encontró pasillo en la banda izquierda y llegó casi hasta la cocina. Lo intentó con un chut envenenado que despejó bien Fuzato, otra vez salvador para los baleares.

Con el Ibiza desparecido apareció Ekain. El hombre del gol del ascenso a Segunda, con perfil bajo pero currante como ninguno, se sacó de la manga una jugada de raza. Su fe y pelea le hizo zafarse de la presión rival y poner un balón a Castel, que escorado en la izquierda puso el balón al corazón del área. Allí apareció Suleiman para marcar de cabeza en el minuto 35. Sin haber hecho nada antes el Ibiza se ponía por delante (1-0).

Pinchi replicó con un disparo desde la frontal, pero el golpeo no inquietó a un seguro y bien colocado Fuzato. Y el Ibiza, en la última acción del primer tiempo, rozó el segundo. Bogusz bajó a la perfección un balón largo. El polaco, dentro del área, regateó a su par pero el disparo no fue tan bueno como el control. Le salió tímido y centrado, por lo que Herrero blocó sin problemas.

En el primer minuto de la segunda mitad, Bogusz rozó de nuevo el gol. En un remate de fortuna, con un balón que tocó de rebote, el esférico besó el palo. Del que pudo ser el 2-0 se pasó, en el minuto 59, al 1-1. Pinchi recibió un balón desde el costado izquierdo, servido por Salinas, y el atacante, muy solo, marcó a placer. La jugada combinativa fue muy buena y tuvo premio.

El partido entró después en una fase en la que pasaron pocas cosas. El Mirandés intentó llevarse el triunfo, pero tampoco se lo complicó mucho a un Ibiza cuyos jugadores se mostraron inseguros. Un chut de Castel y otro de Isma Ruiz fueron los únicos argumentos ofensivos de un bloque balear que necesita ser un equipo si quiere escapar de la quema. El Mirandés tampoco sale del pozo, pero tiene mejor pinta.