Amath hunde a Velázquez y da oxígeno a Pezzolano

Dicen los amigos de Amath Ndiaye que ha regresado a Valladolid, tras pasar por la cantera hace 10 años, para ascender. Y lo demuestra con fútbol y con goles, con una chispa iluminadora y una calidad diferencial en la categoría. El senegalés ha marcado cinco tantos en seis partidos y ya es el segundo máximo goleador de su equipo, mientras que el Real Zaragoza se desangra. Pese a tener una plantilla para soñar lo cierto es que el equipo aragonés no arranca y Velázquez está tocado y, casi, hundido.

Los dos entrenadores hicieron muchos cambios en sus equipos con el objetivo de darle una vuelta de tuerca a su respectivo juego. El local sorprendió metiendo en el once a Escudero e Iván Sánchez, además de la entrada esperada de Juric, Biuk y Marcos André, por delante de Negredo, mientras que el visitante incluyó en su equipo a Jair, Grau, Fran Gámez, Moya, Terrer y Azón. El fútbol de unos y de otros no mejoró, pero los puntos se quedaron en Zorrilla que, pese a ello, entonó hasta cuatro veces el “Pezzolano dimisión”, la primera a los 30 segundos.

El primer tiempo fue un tostón, otro más en Zorrilla. Los blanquivioleta salieron con intensidad y en los primeros minutos lograron encerrar en su área al equipo aragonés, pero Monchu no fue capaz de adelantar a los locales porque se entretuvo cuando se colocó ante Edgar y después cabeceó fuera. Más allá de estas dos ocasiones, los pucelanos se agarraban a los chispazos de Biuk, en la derecha, cuyos centros no llegaban a destino. Los zaragocistas se fueron estirando con el paso de los minutos y Mesa probó fortuna, pero su tiro se fue fuera. Pezzolano apostó por la “fórmula Pacheta” poniendo a Iván Sánchez en la salida de balón. El andaluz fue de más a menos y acabó perdiéndose ante el marcaje individual de Grau a todo campo, pero a los de Velázquez les costaba ver de cerca a Masip. El tedio se rompió antes del descanso. Amath inició una carrera desde la izquierda hacia dentro del área y vio un pasillo por el que nadie le estorbaba por lo que decidió avanzar y mandar el balón a las mallas. Era un premio al equipo que mostró más intención en los primeros 45 minutos.

No mejoró la calidad del espectáculo en la segunda parte porque pese a que los zaragozanos quisieron ser más ambiciosos no les dio para meterse en el partido. Moya tomó el mando y llevó a su equipo a rondar la portería de Masip, pero sólo Varela probó al meta pucelano dos minutos después del descanso. Y ahí se acabó el peligro de los aragoneses salvo un cabezazo de Francés en el descuento. Porque el resto de la segunda parte el portero catalán pasó desapercibido mientras esperaba a que sus compañeros sentenciaran. Y les costó porque con la ausencia de fútbol que tiene el conjunto de Pezzolano sólo los cuatro disparos de Negredo desde fuera del área generaron peligro: tres de ellos no fueron entre los tres palos. Visto el panorama, con unos pidiendo la dimisión de Pezzolano y otros la de Velázquez, tuvo que aparecer Amath para sentenciar con otra jugada personal. El Pucela se mantiene en la zona de playoff y el Zaragoza se acerca a la zona de peligro. El futuro de Velázquez está en el aire.