Algo pasa con Marcos André...

El Real Valladolid no está sobrado de goles. Pese a que ahora mismo cuenta con tres delanteros, más Salazar que en los dos últimos encuentros ha sido titular con el primer equipo, lo cierto es que los puntas del equipo blanquivioleta suman pocos goles. El máximo goleador es Sylla, con siete, mientras que Marcos André marcó dos antes de la lesión, como el joven canterano que también ha hecho un par, mientras que Negredo no se ha estrenado todavía pese a haber tenido varias ocasiones.

Pese a los cinco goles de Amath y Monchu o los cuatro de Meseguer, los 38 tantos del Real Valladolid le colocan como el segundo menos goleador entre los 10 primeros clasificados, mientras es el cuarto conjunto menos goleado, lo que da un déficit respeto a otros equipos en cuanto a la diferencia de goles.

Por eso extraña la situación de Marcos André. Fichaje estrella en verano, procedente del Valencia, anotó el estratosférico gol en Oviedo aue dio una victoria muy valiosa a los pucelanos, mientras que su tanto ante el Burgos en Zorrilla abrió la goleada en derbi, pero de aquello ya hacen hoy seis meses. Después de aquel gol jugó un partido más, ante el Mirandés, y llegó la lesión. Cuatro meses de baja decían los cálculos más optimistas. Pezzolano se lo llevó a mediados de febrero a Gijón, para que “saliera de casa” y allí redebutó jugando un minuto. Empezó a sumar sensaciones de competición ante el Oviedo y el Andorra, para volver a la titularidad, 63 minutos, frente al Zaragoza, donde se le vio falto de ritmo, como ante el Racing de Ferrol. En aquel partido, más allá de que fallara el penalti en el minuto 6, su estado físico fue tema de debate, tanto que el técnico lo sustituyó en el descanso.

El jugador llamado a ser clave no estaba todavía. Ante el Eibar volvió a jugar los últimos minutos y ante el Levante ni calentó, ni se entrenó con sus compañeros que no habían jugado después del partido. Extrañó que con empate a cero, el técnico no tirara de él, más teniendo en cuenta que había sustituido a Negredo y que Sylla no podía más después de estar una hora jugando de extremo y persiguiendo a su lateral hasta la línea de fondo propia... Y Marcos André ni calentó. Al ser preguntado por esta circunstancia en sala de prensa, Pezzolano se limitó a decir que “pensaba que no era un partido para que entrara”... con 0-0. Si es cuestión técnico-táctica es respetable, pero raro, si se ha resentido de sus molestias... Algo pasa con Marcos André.

Lo cierto es que a falta de nueve jornadas, el Real Valladolid sigue teniendo el ascenso directo a tres puntos, cuatro por la diferencia particular de goles con el Eibar, y necesita a sus mejores hombres en el campo y en forma por lo que Marcos André es más necesario que nunca para conseguir el objetivo principal. Si este no se alcanza, tampoco el equipo puede exponerse a perder el objetivo secundario, jugar la promoción de ascenso porque el Pucela cierra los puestos de playoff y hasta cuatro equipos están a menos de un partido de sacarlo de ahí.

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