Alcorcón y Zaragoza no encuentran los goles y se reparten los puntos

En el amanecer del partido quedó claro que iba a ser un partido igualado, de choque, fútbol directo y presión. En los primeros diez minutos hubo que lamentar un resbalón del alfarero Obieta en el punto de penalti cuando se quedaba solo para rematar un pase de Iago López. Ese resbalón evitaba la acción de más claro peligro de los primeros diez minutos. Poco más vimos en ataque en los primeros 20 minutos. Ambos conjuntos trataban de buscar centros laterales con peligro. El Alcorcón percutía más por la diestra y el conjunto maño buscaba el carril zurdo. Es cierto que el Alcorcón parecía tener más clarividencia, pero el encuentro estaba muy cerrado.

En el 32′ la volvió a tener el Alcorcón. Centro de Quintillà que se envenena cuando lo tocó Mouriño y Badía lo sacó en la línea de gol cuando el balón se colaba. En el 37 la volvió a tener el conjunto madrileño con un remate de Víctor García en la frontal que taponó Lluís López. No fue la última amarilla puesto que en el 44′ Javi Pérez remató con mucha potencia otro balón en la frontal que detuvo con una gran parada Edgar Badía.

El Alcorcón era mejor que su rival. Los alfareros se mostraban mejor en la presión, más solidarios, con laterales muy profundos y provocando perdidas en la medular a los maños. El Zaragoza no era capaz de carburar y encontrar su fútbol. Los de Nafti alternaban juego directo con fútbol en bandas y con un buen juego posicional. Al descanso los goles no aparecían en Santo Domingo.

La segunda parte comenzó con un centro de Mollejo que detuvo Anacker en lo que parecía una declaración de intenciones del Zaragoza. Pero nada más lejos de la realidad. La escenografía de partido cerrado se mantenía. Nafti en el 53′ buscó algo más en ataque dando salida a Sousa por Obieta.

El primer tiro a puerta del conjunto maño llegó en el 59 en una acción de pizarra en la que tras una prolongación Maikel Mesa buscó de cabeza el gol. Atento Anacker se quedó con el cuero. En una falta absurda de Iago López sobre Mollejo se vino la ocasión más clara del Zaragoza. Francho puso una falta cerradísima que no encontró rematador por muy poco. Los de Velázquez olían sangre y al Alcorcón le costaba asomarse al área de Badía.

Tras el carrusel de cambios llegó la jugada más rocambolesca del partido. Una pérdida de Eteki acabó con el balón en el área chica. Rivas intentó cortar el centro de Manu Vallejo a Enrich, el balón quedó muerto, Anacker no se hizo con él porque metió la pierna Enrich y cuando el balón parecía colarse llegó Javi Pérez para sacarla de la línea de gol. El Alcorcón tuvo otro momento de empuje en los últimos minutos de partido, pero ni Sousa ni las jugadas de estrategia consiguieron encontrar el tanto que buscaban. Al final reparto de puntos en un partido con pocas ocasiones y mucha intensidad.