Alberto Rodríguez, de meritorio a indispensable en el Lugo
El central, que partió como cuarto central la pasada temporada, ha convencido a Hernán Pérez y ya es indiscutible. Además, suma dos goles en los ocho partidos en los que ha participado.
El gol que abrió la lata de la victoria frente al hasta el entonces inexpugnable Burgos fue obra de Alberto Rodriguez. El central canario del CD Lugo constataba una vez más el crecimiento, sostenido e ininterrumpido, que ha ido manteniendo desde su llegada la pasada campaña al Anxo Carro. El defensa, apuesta personal del exdirector deportivo Mauro Pérez, aterrizó en la ciudad amurallada como un meritorio desconocido y, una temporada después, se ha convertido en indiscutible para Hernán Pérez. Ya sea acompañado de Neyder Lozano, Xavi Torres o el canterano Jesús Fernández, es el de Las Palmas de Gran Canaria el que manda en la defensa albivermella, donde ahora, además, colabora con goles sumando ya dos en ocho partidos.
A pesar de todo no ha sido un camino sencillo para Alberto Rodríguez, que lo ha transitado a base de trabajo callado y constante. La pasada temporada le costó convencer a Albés, que no contó con él durante toda la primera vuelta. Sus primeros minutos no se dieron hasta la decimonovena jornada, frente al Ibiza, y no fue titular hasta la vigésimosexta en visita a la Real Sociedad B. Desde entonces, su presencia en el once fue constante terminando la temporada como titular y estrenándose además como goleador con el Lugo frente al Real Oviedo.
Esa progresión no solo se ha visto sostenida sino que ha aumentado esta campaña, aprovechando la confianza que Hernán Pérez le ha otorgado. Ha sido titular en ocho de las doce jornadas disputadas hasta el momento (se perdió dos por la expulsión sufrida ante el Tenerife y fue suplente en otras dos). Además, su poderío aéreo le ha permitido sumar dos tantos que han valido puntos para el Lugo: marcó ante el Tenerife en un partido que acabó 1-1 y anotó el primero frente al Burgos de la pasada jornada, que los del Anxo Carro ganaron 2-0. Su influencia crece en el equipo y se ha establecido como titular. Es el triunfo de la constancia de un jugador que no ha dejado de creer en sus propias posibilidades.