Al Tenerife se le baja la persiana

Los goles son la salsa del fútbol. Sin ellos, sería imposible ganar y, por consiguiente, lograr los objetivos marcados. Y de un tiempo a esta parte, el Tenerife se ha quedado sin salsa y se le ha bajado la persiana. Porque en las últimas cinco jornadas, los blanquiazules solo han conseguido ver puerta dos veces y en ambos casos, de penalti.

Ante el Éibar confirmaron su sequía. Si bien no acorralaron a su rival, pudieron y merecieron anotar, pero no estuvieron finos en lo metros finales. “No estamos siendo eficaces”, se lamentó Luis Miguel Ramis tras el 0-1. Un cabezazo de José León que dio en el portero Luca cuando ya se festejaba fue la más clara de la tarde. También la tuvo Nacho, Waldo y hasta Borja, pero le anularon el festejo por manos de Corredera.

“Mantenemos el nivel defensivo muy bueno. El Éibar genera muchísimo y está vez no ha tenido situaciones de gol, pero la que ha tenido la ha hecho. Esto nos está penalizando”, trato de explicar el míster lo sucedido en el Heliodoro. “No sé si es acierto o mala suerte”, se resignó, “pero estoy contento con los jugadores aunque es jodido porque no tienes el premio merecido”.

En estos cinco encuentros, solo Enric Gallego, ante el Albacete y Borja Garcés contra el Mirandés de pena máxima fueron capaces de anotar. Frente al Granada, Sporting de Gijón y Éibar si bien hubo ocasiones, nadie estuvo certero. Lo curioso es que a pesar de su poco bagaje, el Tenerife es uno de los equipos que más oportunidades genera, pero sin fortuna.

Aitor Sanz aclaró que nunca fueron un equipo muy goleador “pero rentabilizamos muy bien los que metemos. Ahora nos está costando aunque estamos teniendo bastantes ocasiones que, por una u otra razón, no terminan de entrar. Habrá que insistir porque creo que estamos haciendo muchas cosas bien, quizá nos falte un poco más de mala leche”, sentenció.