Al Leganés se le acaba el espacio para la autocomplacencia

Al Leganés se le ha agotado el tiempo de la autocomplacencia. Los pepineros han visto mermar de manera sustancial la ventaja que tenían hace un mes aproximadamente, cuando, tras ganar al Villarreal B (1-2) en la jornada 32 del campeonato, lograron ponerse a seis puntos del segundo y del tercer clasificado. La concatenación de cuatro empates consecutivos a cero (Cartagena, Huesca, Espanyol y Tenerife) han colocado a los pepineros en situación de riesgo y, tras 26 jornadas consecutivas en puestos de ascenso directo, ante la posibilidad de quedarse fuera de estas dos plazas de privilegio al finalizar la jornada que empieza el próximo viernes.

Una derrota del Leganés ante el Zaragoza el próximo sábado (Butarque, 16:15) y la victoria de dos de los dos perseguidores que tiene a sólo dos puntos (Eibar en la visita al Albacete y Valladolid en casa ante el Huesca) dejaría al Leganés en la tercera plaza, esto es, en zona de playoff. Algo que no sucedía desde la décima jornada, allá por el mes de octubre de 2023. De eso ha pasado ya más de seis meses. Medio año en la cumbre que los blanquiazules quieren perpetuar de aquí hasta el final de campeonato.

El ascenso como meta

Porque ése, el ascenso directo, es el objetivo real que pasa por la cabeza del imaginario colectivo pepinero. Una parroquia que, al borde de los últimos cinco partidos del curso, esa zona que Borja Jiménez, su entrenador, marcó como clave para saber a qué debía aspirar el Leganés, sueña con volver a subir de manera directa como en 2016. El playoff, aunque una posibilidad real, supondría un final magnífico a una temporada de escándalo, pero se asimilaría como un premio de consolación, especialmente por haberse sostenido tanto tiempo en los puestos altos de la tabla.

Con todo, en el equipo se mantiene (al menos de puertas para afuera) el discurso de ir quemando etapas a etapas y de no ir más allá que el siguiente objetivo factible para los blanquiazules, esto es, asegurar matemáticamente precisamente el playoff de ascenso a Primera. La distancia con el sexto clasificado será de ocho puntos al acabar la jornada actual. De ahí que de forma pública y en privado no se terminaran de ver por malos algunos de los empates con los que comenzó esta racha basada en el mantra de ‘portería a cero’.

Necesidad de ganar

Esos seis puntos de ventaja son un trecho importante a falta sólo de 18 puntos por disputarse y, aunque el Leganés aún tiene que jugar frente al Sporting (uno de los equipos implicados en esa sexta plaza), los pepineros tienen al alcance de su mano garantizarse jugar su segunda fase de promoción a Primera de su historia. La primera la disputó en 2021. Cayó en la ronda inaugural ante el Rayo Vallecano de Iraola.

Esto es, el objetivo del ascenso directo se intuye como la meta verdadera a la que aspira este Leganés al que ya no le valen los empates. La necesidad de ganar empieza a dibujarse como una obligación casi ineludible si el equipo aspira a estar entre los dos primeros del campeonato para lograr un ascenso directo que lleva ocupando desde más de la mitad del campeonato.

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