Al Andorra se le congela el banquillo

Hay un refrán que indica que ‘a rey muerto, rey puesto’. Pero en Andorra hacen oídos sordos. El club tricolor anunció, de manera oficial, el adiós de Ibai Gómez el pasado 23 de noviembre y a día de hoy se sigue sin sustituto. Sí, se ha apostado por un cuerpo técnico interino, liderado por Carles Manso, pero no hay un líder claro. Desde el club se insiste que hay un grupo de trabajo y que, en consenso, se toman la decisiones. Aunque en el fútbol profesional no deja de ser extraño que no haya todavía un entrenador ‘titular’.

La dirección deportiva se está tomando con calma el casting. Sigue rastreando el mercado de técnicos, aunque el tema se está eternizando. En el pasado encuentro ante el Almería se vio en la grada, pero muy cerca el banquillo, a Jaume Nogués (director deportivo) y a Gerard Piqué transmitiendo órdenes y con mucha voz y voto. Parece que no hay prisa para encontrarle un sustituto a Ibai Gómez, pero lo que no espera es el fútbol. Y pasan los partidos y el equipo tricolo sigue sin ganar.

Sorprende la tardanza en encontrar un sustituto. Ya sea por apostar por un técnico nuevo o por confirmar que el cuerpo técnico interino liderado por Carles Manso pasa a tener plenos poderes. Una de las ideas es aguantar hasta Navidad, pero es que para ello todavía quedan dos partidos por disputarse: Valladolid y Depor.

El mensaje que retumba en el Principado es el de calma y paciencia. Salvo sorpresa, Carles Manso se mantendrá en el cargo una semana más. El mismo técnico confirma que “esta situación no condiciona nada el día a día porque el trabajo es magnífico. Los entrenamientos son geniales y hay mucha predisposición al trabajo. No hay nada que reprochar a nadie. Hacemos todo lo que podemos y más. Dentro del club hay líderes y nos marcan el camino. Sacaremos esta situación adelante“.

Con la marcha de Ibai Gómez se buscó desbloquear mentalmente a los jugadores y lo cierto es que en el primer partido sin el técnico vasco, contra el Sporting, se estuvo a un minuto de ganar. El empate del bloque asturiano llegó al final del tiempo añadido (1-1). Las sensaciones fueron buenas, pero lo que valen son los puntos. Y las victorias. No se ganó y el balance con el cuerpo técnico interino es de un empate y dos derrotas en tres partidos (dos de Liga y uno de Copa). Es necesario encontrar la tecla ganadora.

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