Akouokou, con molestias en un aductor, pendiente de pruebas diagnósticas
Valery y Saidu siguen sin entrenarse con el grupo, pero Sellés los espera frente al Huesca, donde ya estarán Radovanovic y Keidi Bare. Bazdar es baja por el ‘Virus FIFA’.
El Real Zaragoza ha empezado a preparar el partido de este domingo frente al Huesca, donde sobra ya cualquier calificativo, con las dudas de Akouokou, pendiente de pruebas médicas para evaluar sus molestias en un aductor, Valery, afectado de una fascitis plantar, y Saidu, que continúa con un intenso dolor en un tobillo, pese a que una resonancia ha descartado una lesión. Ninguno de los tres se ha ejercitado esta mañana con el grupo en la Ciudad Deportiva, aunque Rubén Sellés confía, al menos, en poder contar para el derbi aragonés con Valery y Saidu, que está previsto que mañana se entrenen ya con normalidad. Los que sí estarán seguro en la convocatoria del técnico valenciano son Keidi Bare y Radovanovic, los dos ya con el alta médica, aunque faltos del ritmo de competición.
Continúan en la enfermería Tachi y Cuenca, que siguen de baja por sus roturas fibrilares, mientras Bazdar, que ha perdido cualquier protagonismo en el Zaragoza, está convocado por Bosnia y también se perderá el encuentro frente al Huesca.
El costamarfileño Pau Akouokou cumplió frente al Granada el último de sus cuatro partidos de suspensión por su expulsión por dar un manotazo a la pantalla del VAR en el intermedio del catastrófico partido frente a la Cultural Leonesa, pero lleva ya con molestias en un aductor desde final de la semana pasada y las pruebas diagnósticas a las que va a ser sometido en las próximas horas determinarán si podrá reaparecer o no frente al Huesca.
Por su parte, no ha participado en la sesión de entrenamiento el central juvenil Gomes, concentrado con la selección Sub-18, pero se pondrá ya mañana las órdenes de Sellés, que afronta una cita crucial para su futuro frente al Huesca, ya que su crédito está menguando a pasos agigantados y se le está empezando a acabar el tiempo. Se hizo cargo del Real Zaragoza a cinco puntos de la salvación y tres jornadas y tres derrotas después lo tiene a nueve puntos de la frontera de la permanencia. Y eso pese a sus últimas palabras: “No estoy preocupado porque veo el día a día”. Una frase de imposible aceptación para una afición que ve hundirse sin solución a su equipo en la clasificación.
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