A Malata y el Huesca, un oscuro recuerdo para el Racing de Ferrol

Casi nueve años pasaron desde que el Huesca jugó por última vez en el estadio de A Malata. Fue en una temporada de maravilloso recuerdo con el ascenso para los oscenses y con el fin de un sueño para el Racing de Ferrol que tuvo que esperar hasta la temporada pasada para cumplirlo. Tras conseguir pasar la primera ronda del playoff de ascenso a Segunda derrotando al Reus, el Racing recibía al Huesca que por la vía rápida, dejó la eliminatoria vista para sentencia en Ferrol con un apabullante 0-4.

Después de salir airoso de la primera ronda ante el Reus, la segunda ronda contra el Huesca era un cruce que el Racing de Ferrol afrontaba con ilusión y ganas de conseguir hacer algo grande en esa temporada. A Malata presentaba un ambiente propio de las citas especiales, pero el suflé se desinfló muy pronto aquella tarde de junio de 2015. El conjunto oscense abrió la lata segundos después del pitido inicial, en el primer minuto de juego ya estaba por delante con un tanto de Josan que noqueó al Racing. Los gallegos se marcharon al descanso con dos goles de desventaja tras la bofetada de David Mainz poco antes de encarar el túnel de vestuarios, que dejaba una montaña difícil de escalar para la escuadra departamental. En el segundo asalto, el meta Ian Mackay detuvo un penalti, pero el temporal oscense estaba desatado, primero Scardina y al instante Tyronne dejaron a los ferrolanos en la lona con un definitivo 0-4.

Aquella tarde desgraciada para los gallegos, borraba de un plumazo las ilusiones del Racing de Ferrol de poder volver a Segunda con una semana larga por delante para afrontar el trámite del partido de vuelta. De hecho, siete días después, cuando el conjunto ferrolano viajó a Huesca para disputar el encuentro, terminó perdiendo por 2-0 para acabar redondeando el set global que la escuadra oscense dibujó en El Alcoraz. A pesar de la dificultad utópica que presentaba el partido de vuelta, hubo representación racinguista en Huesca, en un viaje para el recuerdo en la memoria de un puñado de aficionados ferrolanos que se dieron cita en Aragón.

Los 41 de Huesca

Con toda esperanza ya perdida para poder voltear el marcador, fueron unos pocos osados los que no quisieron dejar al Racing solo en su partido en El Alcoraz. Lejos de caer en el derrotismo, 41 valerosos racinguistas viajaron desde Ferrol para tratar de ayudar a creer al equipo en un imposible que se confirmó en Huesca. Alejandro Verde, uno de esos valientes que viajaron en busca del milagro, recuerda con resignación la abultada goleada del conjunto oscense. “Nos pasaron por encima e incluso el resultado fue corto. Fue duro, porque el Racing había hecho una gran temporada y contábamos con muy buenos jugadores. Estaban Ian Mackay, Pablo Rey, Joselu, Dalmau, Maikel Mesa o Dani Rodríguez”, subraya.

Sin sentirse abatido por la derrota, Alejandro Verde afrontó la semana con el deseo de ayudar al Racing a seguir creyendo en el milagro. Ni el club, ni la ciudad, tenía fe en la remontada, tan solo 41 valientes racinguistas mantuvieron la convicción intacta de que en el fútbol todo es posible y así lo demostraron con un viaje de casi 900 kilómetros. “Salió el anuncio de que se organizaba el viaje y se lo reenvié a Cristóbal, un amigo mío desde la infancia que no lo dudó y no hubo marcha atrás. Viajé en autobús, 11 horas de ida y otras tantas de vuelta para animar al Racing y creer en la posibilidad de la remontada. No pudo ser, pero es uno de los viajes que nunca olvidaré. Los 41 de Huesca”. Recuerda Alejandro Verde, casi nueve años después de un heroico e inolvidable desplazamiento que dejó patente que el racinguismo va más allá del fútbol y del temor a los kilómetros.

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