A falta de Enzo
García Pimienta tendrá que recomponer la medular amarilla tras la baja por sanción de Loiodice.
Cada ciertas jornadas a todos los equipos se le suele poner en solfa el modelo de juego. Aparecen nuevos retos o desafíos que cuestionan la sostenibilidad a largo plazo o que ponen el foco en posibles afecciones muy localizadas. Ya sea debido a lesiones, sanciones o que los rivales, simplemente, te cogen el truco.
El mejor de los ejemplos en Las Palmas ocurrió no hace muchas lunas con la lesión—de seis a ocho semanas— de Álvaro Valles justo después que llegaran los dos tropiezos de Huesca y Burgos. En mitad de la tormenta, una de las más grandes certezas de las alineaciones probables, se caía.
Ante esa lesión, Domínguez emergió y Las Palmas con él. Aunque tanto monta, monta tanto. Dos victorias y dos empates, con la circunstancia de que tres de esos partidos se jugaron fuera de casa. Ahora tras el viaje a Asturias, García Pimienta llega con el souvenir de un compango de cuatro puntos, pero con una piedra metida en el zapato.
Una incomodidad podal en forma de ausencia de Enzo Loiodice. Una baja que se podría combinar con la posible de Jonathan Viera, lesionado con una microrotura en el sóleo y anunciada hace seis días — el tiempo aproximado de baja del jugador, según evolución—.
El francés, inédito la campaña pasada debido a una lesión en el hombro, ha sido desde que comenzara el curso ha sido pilar del técnico barcelonés faltando a su cita ante el Huesca y por motivos personales. Enzo cogió el testigo de Kirian, se lo fechó al pecho y no lo ha soltado en lo que llevamos de campaña, no en vano es el jugador que más titularidades acumula.
Quizá sea esta la posición que menos juego de llaves le permita al entrenador amarillo, no en vano, Loiodice ha disputado 1469 minutos y Mfulu por su parte 1438 de un total de 1710 en total. Lo que les sitúa en torno al 85% de participación del máximo posible. Mientras tanto Fabio ha estado en el césped un tercio del tiempo 30%.
Así pues, como si fuera un juego con balas de verdad García Pimienta se enfrenta este fin de semana a un simulacro de la vida sin Enzo. Un partido que puede estresar el modelo en la base y que podrá sacar conclusiones en caso de una ausencia más prolongada de Loiodice. Los ojos como en El Molinón se fijan de nuevo en Fabio.