MÁLAGA

15 razones para entender la catástrofe del Málaga

Este Málaga es aún peor que el de los dos descensos a tercera categoría de 1959 y 1992. En los últimos 44 partidos ha sumado 42 puntos de 132. Ruina total.

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El Málaga es rotundo colista de Segunda División. Un equipo en teoría pensado para ascender ha sido condenado a tener que agarrarse al clavo ardiendo de la salvación. Estas son 15 razones para tratar de entender semejante catástrofe.

1-Deficiente planificación. “Lo intentamos por dentro porque el equipo no tiene recursos por fuera”. Esta frase de Pepe Mel lo dice todo. La confección de la plantilla no ha sido la adecuada. Exceso de centrocampistas, carencia de laterales y sin extremos. Una situación que Mel espera “corregir en el mercado de invierno”. Poco más que añadir.

2-Jugadores a prueba. El Málaga no ha podido fichar a Toño García, que se encontraba sin equipo, por diferencias económicas y asuntos particulares del lateral izquierdo. Para cubrir esta necesidad el ghanes Lumor se entrena a prueba con el equipo. Su experiencia con el Mallorca indica que no es precisamente Jordi Alba…

3-El peor Málaga de siempre. Y volvemos a remontarnos a la jornada 10 de las dos temporadas donde los blanquiazules descendieron a la tercera categoría. Tanto en 1958-59 como en 1991-92 era penúltimo con dos partidos ganados y dos empatados. Ahora es colista con una victoria y tres igualadas.

4-Un año penoso. Desde el 16-10-2021 hasta hoy el Málaga ha jugado 44 partidos con el desolador balance de 10 victorias, 12 empates y 22 derrotas. 42 puntos de 132 posibles. Números de descenso.

5-Jugar en casa es un suplicio. Decía Woody Allen que “la muerte y hacer el amor son dos cosas que pasan una vez en la vida”. Le faltó añadir otra: ver ganar al Málaga en La Rosaleda.

6-Exceso de lesiones. La lista de futbolistas que han sido baja por este motivo al menos una vez es extensa: Ramalho, Esteban Burgos, Juande, Chavarría, Víctor Olmo, Bustinza, Moussa, Murillo, Luis Muñoz, Hervías, Gallar, Dani Lorenzo, Haitam y Andrés Caro. A esto debemos sumar a Escassi, que no terminó su partido en Leganés. Y no incluimos a Febas, N’Diaye o Manolo Reina, que en algún momento de sus partidos han jugado dañados. ¿Casualidad? ¿Mala suerte? ¿Deficiente preparación física?

7-N’Diaye, sancionado. Para colmo de males el senegalés no podrá jugar contra el Lugo por acumulación de cinco amarillas. Otro ejemplo de mala planificación es que entre el excedente de centrocampistas este jugador no tiene un sustituto vamos a decir natural.

8-No hay un presidente a quien reprochar. Cuando un equipo va mal las iras suelen ir siempre al entrenador, presidente o director deportivo. Como Guede fue destituido Pepe Mel tiene aún el beneficio de la duda (a ver cuánto dura). José María Muñoz es un administrador colocado por orden de una jueza. No es un presidente al uso que pueda tomar decisiones deportivas como despedir a un entrenador o director deportivo por malos resultados sino por cuestiones de viabilidad económica. Queda claro que el Málaga necesita un director general como el comer.

9-Manolo Gaspar, cuestionado. Al hilo del punto anterior, la figura del director deportivo está cada vez más denostada por los aficionados que piden su dimisión. Decía Manuel Vizcaíno, presidente del Cádiz, que el mayor fracaso para un presidente es echar a un entrenador. Gaspar lleva cuatro en menos de un año u el equipo no funciona

10-Malestas institucional. El Ayuntamiento (es decir, los ciudadanos de Málaga) aprobó una subvención de 1,5 millones de euros para ayudar a que el equipo ascendiera a Primera División. Ese dinero podría haber ido a otro colectivo. Pero un equipo de fútbol es muy importante para una ciudad porque genera recursos, retorno y puestos de trabajo en sectores como la hostelería, el turismo o el comercio. Normal que haya malestar.

11-Enfado de la afición. Demasiado está aguantando la hinchada malaguista. En los cuatro partidos disputados en casa la asistencia a La Rosaleda ha sido la siguiente: 21.807 contra Las Palmas, 18.604 ante el Albacete; 17.866 con el Villarreal B y 16.083 el día del Andorra. Un total de 74.360 espectadores han tenido que soportar el fastidio de ver jugar al Málaga. Este estadio tiene pese a todo una de las mejores medias de asistencia de Segunda y parte de Primera.

12-Cambio de objetivo. Esto de ‘final’ lo vamos a repetir por desgracia mucho esta temporada… salvo descalabro por anticipado. El objetivo ya no es el ascenso sino la permanencia. Contra el Lugo hay mucho en juego.

13-Temor al descenso. Esta es una posibilidad que, por desgracia contempla el administrador judicial. Debemos decir que si el Málaga cae en Primera RFEF no desaparecería. Eso sí. Sufriría otro reajuste severo. No es lo mismo cobrar 10 millones por derechos de televisión que poco más de 300.000 euros incluyendo en esta partida objetivos deportivos.

14-Indefinición institucional. El 20 el febrero de 2023 el Málaga cumplirá tres años de administración judicial. ¡Tres años! Eso no es normal. El problema es que todo el proceso judicial es muy lento. José María Muñoz está preparado para seguir siendo administrador judicial siete años. No es ninguna broma.

15-Precedente peliagudo. El Málaga tiene los mismos puntos que el Alcorcón de la temporada pasada. No hace falta recordar como acabo el equipo alfarero.

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