REAL VALLADOLID

Zorrilla vuelve a ser verdugo de un entrenador

Gattuso, como antes Almirón, dirigió su último partido ante el Real Valladolid. Asier Garitano y Leo Franco, otras ‘víctimas’ recientes del feudo pucelano.

R. GARCÍAEFE

Gennaro Gattuso vivió en Zorrilla su último partido como entrenador del Valencia, después de que la entidad che haya anunciado este lunes la rescisión por “mutuo acuerdo” del contrato que ligaba al entrenador con el equipo con el que el Real Valladolid puso fin a su mala racha reciente. La situación no es nueva: Zorrilla volvió a ser verdugo de un técnico como, esta misma temporada, lo fue de Jorge Almirón, quien también perdió a orillas del Pisuerga y al día siguiente se despidió del Elche.

Ambas salidas guardan similitudes por el escenario y, sobre todo, por las sensaciones. Cuando el argentino se sentó en la sala de prensa de Zorrilla, lo hizo con el rictus serio, por no decir desencajado, sabedor de que vivía una situación extrema. “El club puede tomar una decisión y yo lo entiendo. Cualquier entrenador que venga tiene que sacar esta situación y yo lo conozco mejor que nadie”, dijo Almirón, visiblemente afectado y, pareció, prácticamente despidiéndose ya del cargo.

No fue muy distinto a lo acontecido con Gattuso. El italiano, a menudo enérgico, estaba cabizbajo, con un tono alejado del habitual, como derrotado. Esquivó alguna pregunta, por duras que resultaran, sobre la necesidad de refuerzos, sobre si el club estaba dispuesto a dárselos y sobre su futuro inmediato. “Yo soy el responsable de lo que pasa en el campo. Si me dices si tenemos que fichar o no, es difícil para mí es responder Tengo que respetar lo que decida el club”, afirmó.

Con su salida del club de Mestalla, Gattuso se convirtió en el cuarto entrenador despedido el último lustro después de perder en Zorrilla. Y es que ese mismo sinsabor, que ahora pertenece al italiano, lo paladeó en julio de 2020 Asier Garitano, cuando, a falta de cuatro jornadas para el final de la Liga ‘pandémica’, fue destituido del Alavés. Dentro de los últimos cinco años le pasó lo mismo a Leo Franco en el Huesca, también en la máxima categoría; perdió por la mínima, igual que los anteriores, y fue despedido.

Pepe Zorrillo y un 2016 negro

Gajes del oficio para Pepe Zorrillo eso de ‘ejecutar’ a un técnico. No entra en el último lustro, pero poco antes, en diciembre de 2017, cayó Curro Torres en el Lorca con el filo de su espada. Peor tampoco fue el primero, puesto que el ‘caballero zorro’ del Real Valladolid, hoy despojado de su escudo, empezó a cogerle el gusto a eso de dar cuenta de entrenadores rivales en octubre de 2016, cuando cayeron Luis Milla del Real Zaragoza y Contra del Alcorcón. Ese año fue negro para los entrenadores rivales: tras perder ante el Pucela, perdieron también su puesto Sergio Egea, en el Real Oviedo, Fernando Vázquez y José Gálvez, ambos en el Mallorca.

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