Yo digo: De los milagros se encarga Cazorla

El primer milagro llegó después de ocho cirugías y un veredicto que sonaba a epitafio deportivo: “Si puedes volver a andar, date por satisfecho”. Y vaya si volvió Santi. El segundo fue un regreso de cine: esos en los que el héroe reaparece entre sombras cuando todos le dan por muerto. Cazorla cogió las maletas en Qatar, se presentó en Oviedo y acabó llevando a su equipo a Primera. El tercero se rueda ahora. A las puertas de los 41, Santi Cazorla es, simple y llanamente, el mejor futbolista del Oviedo. Una verdad incómoda para la planificación deportiva y espléndida para el espectador, porque cada toque suyo sigue siendo una oda al fútbol. Cazorla es símbolo, sí; pero sobre todo es un futbolista fantástico que aporta en el campo.

Lo volvió a demostrar contra el Rayo Vallecano en la última jornada: fue el mejor sobre el césped, como en los viejos tiempos. Es la principal razón que encuentra el oviedismo en un año, el de su centenario, que no está saliendo como se suponía. Y de Cazorla tira Carrión para intentar dar la sorpresa esta noche en el Metropolitano. El Oviedo le llega al Atlético entre el Inter y el Barcelona, como una invitación razonable a la relajación entre dos miuras. Error grave si dejan suelto a Santi Cazorla, experto en milagros futbolísticos, como ya ha demostrado. Como el que busca esta noche el Oviedo en el Metropolitano

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