El CLÁSICO

Xavi tiene una calculadora para Raphinha

El brasileño, ‘víctima colateral’ del favoritismo del técnico con Dembélé, ha sido sustituido seis veces entre los minutos 60 y 65. La ansiedad le hace mezclar grandes acciones con precipitaciones

Soccrates ImagesGetty

Raphael Días Belloli, Raphinha (14-12-1996), cumplió el 15 de julio el sueño de su vida. Ese día firmó su contrato hasta 2027 (cláusula de 1.000 millones) por el Barça, el club en el que cuando sólo era un crío vio triunfar a Ronaldinho, a quien había conocido con sólo siete años. Su padre, músico en una banda de samba, acudió a la casa del crack para tocar en un cumpleaños. Ahí lo conoció Raphinha, un jugador que conoce bien qué son las dificultades. Creció en la problemática favela de Restinga, en Porto Alegre, así que alguna vez vio la muerte de cerca. Se endureció en las varzeas, un fútbol de supervivencia, y fue rechazado por Gremio e Internacional, los grandes clubes de la ciudad, hasta que el Avaí le dio una oportunidad; y de ahí, a Guimaraes, Lisboa (Sporting de Portugal), Rennes y Leeds.

Nadie dijo, pues, que el Barça, su sueño, fuese a ser sencillo. Aterrizado por casi 60 millones de euros, su fichaje era, en principio, la alternativa al adiós de Dembélé. Resulta, sin embargo, que el francés se quedó; y que los dos prefieren jugar en la derecha. De momento, el brasileño está siendo la víctima colateral de la fe que Xavi le tiene al francés. Raphinha ha jugado once partidos esta temporada, ocho de ellos como titular. Sólo ha acabado uno. En los otros siete ha sido sustituido. Y en seis de ellos, entre los minutos 60 y 65.

Xavi quiere más de él. Su desborde, su pegada y su trabajo. La ansiedad le empuja a mezclar acciones brillantes con precipitaciones algo ilógicas en un jugador de su nivel. Contra el Inter fue autor de un auto-córner si sentido, víctima de su exceso de ganas para no ser la primera elección de Xavi en los cambios. Autor del golazo que decidió el Clásico de Las Vegas a finales de julio, el partido del Bernabéu para Raphinha es un desafío mayúsculo por los vínculos especiales con sus compañeros en la verdeamarela: Militao, Rodrygo y Vinicius. “Baila, Vini”, posteó en su Instagram el brasileño cuando se generó la polémica alrededor del extremo. Hay cosas que están por encima del Clásico, como Brasil. Pero en el partido será otra cosa. Ayer avisó: “Si alguien debe tener cuidado, son ellos. Nosotros vamos primeros”.

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