VALENCIA

Waernes, el primer entrenador de Pepelu: “Siempre fue el jefe del equipo”

El mediocentro del Valencia se formó en el Denia, donde le moldeó durante seis años un técnico que ya detectó que iba a ser un líder silencioso.

Diario AS

Vive el valencianismo ilusionado con la adaptación de José Luis García Vayá, de Pepelu (Denia, 1998), como le conocen en su localidad y en todos los sitios. El mediocentro se ha echado el Valencia a la espalda, zanjando de golpe el debate sobre la ausencia de un ‘6′ con fútbol y personalidad que no pasaba por Mestalla desde hacía años. Pepelu brilla en el equipo de Baraja. El alicantino lo hace todo fácil y es el cerebro de la ‘Quinta del Pipo’. Desde su sala de máquinas, manda con criterio, con orden. Es la prolongación del técnico en el campo. Lanza las faltas y todas las acciones a balón parado. El Valencia se frota las manos porque la inversión que realizó de 5 millones de euros por el centrocampista parecen ahora calderilla, visto su rendimiento. Pepelu cambió el Levante por el Valencia hace unos meses, pero parece que lleve una década por Mestalla.

Pepelu lidera varias estadísticas, sobre todo las que tienen que ver con la posesión y el pase. Ante el Cádiz, cuajó un gran partido. Nada nuevo porque el alicantino ha hecho de la regularidad otra de sus grandes virtudes. El juego de Pepelu empezó a moldearse en su Denia natal. En la escuela del club amarillo, rodeado de su familia futbolera, dio sus primeros pasos. Su abuelo llegó a ser entrenador del Denia, su padre jugó en el equipo del pueblo y María, su hermana, también defendió la camiseta amarilla. En casa de Pepelu siempre se habló de fútbol. Con cuatro años, no se perdía un partido de su padre en el estadio del Denia. Allí siempre iba con un balón pegado a los pies. En ese momento, Pepelu “ya era diferente”. “Le pegaba muy fuerte a la pelota con apenas cinco años. No era normal para su edad”, comenta Raimon Waernes, el primer entrenador que tuvo el mediocentro cuando empezó a jugar.

Waernes, noruego de nacimiento, fue un obrero del fútbol. Su mayor éxito fue jugar en el Castellón, en Segunda, hace cuatro décadas. Pero gran parte de su carrera, se la pasó en las categorías más modestas. Sin embargo, su gran legado fue moldear a Pepelu durante sus primeros pasos como jugador. Waernes trabajó durante seis años con Pepelu, “los dos de benjamín, dos de alevín y otro de infantil”. En ese momento, su entrenador ya se dio cuenta de que Pepelu tenía algo. De hecho, habló con el club para que le subieran dos categorías de golpe. “Tenía 14 años y jugaba con los de 16. El peligro era que no se relajase y no aprendiese más porque en infantiles iba sobrado. Empezó a jugar con el Cadete y casi ascendemos. En el último minuto, perdimos contra un Hércules que más tarde se llevó a Pepelu”, recuerda Waernes.

La madurez, la paz y la pausa con el balón que muestra el mediocentro vienen en su ADN. En Denia, sin alzar la voz ya mandaba y ordenaba a sus compañeros, como hace ahora. “Siempre era el jefe del equipo, aunque fuese el más joven. Era un chaval muy ordenado desde pequeño, le encantaba el fútbol y tenía un carácter muy suave, un encanto de chiquillo. Jugaba muy fácil, siempre de mediocentro, y no se complicaba nada la vida, como le pasa ahora en el Valencia. Nunca pensaba en su fútbol a nivel individual y siempre era el motor del equipo, sin querer ser el protagonista. Era un chico muy humilde. Sinceramente, ahora me llama la atención porque estoy viendo en el Valencia al Pepelu que veía de niño, juega igual”, argumenta Waernes.

Raimon Waernes, el primer entrenador que tuvo Pepelu en una imagen reciente.Diario AS

Desde el banquillo, su primer entrenador jamás le tuvo que pedir a Pepelu más carácter porque el alicantino “mandaba” con su fútbol. “Yo también fui un jugador sin mala leche y me veía reflejado en Pepelu. Sinceramente, no le hacía falta ese carácter porque cuando tenía que apretar o entrar fuerte lo hacía. Insisto, han pasado muchos años y yo sigo viendo al Pepelu de niño, al que jugador que parece que no está, pero es el alma del equipo”, añade Raimon Waernes.

Pepelu sigue muy vinculado a su Denia natal. Siempre que puede, se deja ver por su localidad. Allí, conserva a sus amigos de siempre. “Sale con la misma cuadrilla desde hace 20 años, con muchos de los chicos con los que jugaba al fútbol. Es un grandísimo chico, muy humilde y todos en Denia nos alegramos mucho de que esté triunfando en el Valencia. Se lo merece”, sentencia Waernes, el mentor del motor del conjunto ché.

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