Vinicius vuelve al diván
El brasileño no aprovecha su trabajo enel parón: sin tiros entre palos en Anoeta y sustituido con el duelo abierto. “Se sacrificó y fue una victoria de equipo”, apunta Xabi
Vinicius había logrado entre 2021 y 2024 una regularidad hasta entonces desconocida. Antes tuvo desborde, pero no puntería, y hasta el regate se le escondió ante la poca confianza de Zidane. Ancelotti le devolvió esa fe en sí mismo y sacó al mejor Vinicius, hasta la temporada pasada, en la que fue uno antes de la gala del Balón de Oro (ese que fue para Rodri) y otro después. De pronto llegó la irregularidad, los picos y los valles. Contra eso quiere y debe luchar Xabi Alonso, aunque de momento no lo logra del todo.
Porque en Anoeta, Vinicius volvió al diván. Su arranque de temporada fue discreto, ante Osasuna en el Bernabéu, y el tolosarra le recetó jarabe de banquillo en la salida a Oviedo, dando paso a Rodrygo, que pasa de amigo a amenaza por los minutos en la izquierda.
El tratamiento tuvo efecto inmediato: salió en el segundo tiempo para dar un gol y luego anotar otro. Mantuvo ese buen estado ante el Mallorca en casa, con otro tanto, y en este parón de selecciones se quedó en Madrid, dispensado por Ancelotti, para completar la corta pretemporada que el equipo había tenido este verano. Todo hacía esperar que el Vini que iba a aparecer en San Sebastián iba a estar al 100%.
Pero nada más lejos de la realidad. Ante la Real, Vinicius firmó un partido muy discreto, totalmente opacado por la actuación de Mbappé y por el ejercicio de resistencia defensiva del Madrid en el segundo tiempo. Tanto fue así que Xabi Alonso le retiró del campo tras 70 minutos, con el partido lejos de cerrarse, eligiendo a un Mbappé más cansado y con gestos de dolor muscular como último recurso en ataque antes que al brasileño.
“El contexto del partido, después de un gran trabajo suyo, creo que salió en el 70 y no eran los mejores momentos para jugar en ataque. Se sacrificó y fue una victoria de equipo. Está con buena energía para empezar mañana”, analizó el técnico este lunes en la previa del partido de Champions frente al Olympique de Marsella.
Lo cierto es que sus números fueron los de un delantero poco inspirado y mayormente intrascendente: apenas un remate y no fue entre los tres palos, 0,02 goles esperados, sólo 18 pases (13 buenos, un 72%), tres regates buenos de seis pero en zonas sin demasiada influencia y 12 pérdidas, siendo el jugador de campo del Madrid que más veces perdió la posesión.
Acompañó todo esto, además, con apenas dos recuperaciones y en varios momentos Xabi Alonso le reclamó desde la banda más esfuerzo defensivo. Debió de ver claro el tolosarra que por ahí se le podían escapar los tres puntos y actuó en consecuencia: sacó del campo al brasileño y colocó ahí a Fran García para hacer un doble lateral izquierdo.
Rodrygo, la ‘amenaza’ para Vinicius
Se fue al banquillo Vini con cara de pocos amigos, consciente de que su visita a San Sebastián fue un paso atrás después de los progresos que había logrado antes del parón. Un nuevo valle tras otro pico con la gala del Balón de Oro a las puertas.
Sabe el brasileño que este año no está en las quinielas y que, con Mbappé en el equipo, le va a costar volver a ser el gran favorito. De momento, vuelve al diván de Xabi Alonso con vistas al debut en la Champions, en el que Rodrygo, que no jugó ni un minuto en Anoeta, amenaza de nuevo. “He hablado con él, pero igual que lo hago con todos”, confesó el entrandor.
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