Vinicius, un regreso romántico
El brasileño entrará en la convocatoria ante Las Palmas y podría disponer de minutos tras más de un mes de lesión. Ante al filial del equipo canario, debutó como madridista.
Corría el año 2018, agosto, y la estrella era entonces promesa. Un niño recién aterrizado en Madrid con muchas esperanzas puestas en él, pero también mucho que demostrar. Lucía pelo corto, nada de rizos, pero la misma sonrisa que, como decía Andrés Montes, sólo tienen los jugones. Vinicius, ante su primer partido de blanco. Sí, en el Di Stéfano y con el Castilla, pero su estreno. Enfrente, Las Palmas Atlético y la primera jornada de la, por aquel entonces, Segunda División B. 2-0 ganó el filial blanco, con Solari en el banquillo, en la antesala de la primera exhibición del brasileño. No marcó, pero se guardó toda la pólvora para el derbi del siguiente fin de semana. En Majadahonda y ante el Atleti B, firmó un doblete con el que empezó a sonar aún con más fuerza entre el madridismo.
Aquella temporada (2018-19), su primera en Madrid, compaginó el primer equipo con el Castilla al inicio. Con Lopetegui a los mandos, apenas disfrutó de protagonismo (12′ en las diez primeras jornadas), pero la promoción a la primera plantilla de Solari le llenó de confianza. A finales de octubre se instaló definitivamente con los mayores y ya no volvió a bajar con el filial. Fue el punto de partida de un ascenso tan sostenido en el tiempo, paciente, como ilimitado. Vinicius regresa este miércoles al origen con un estatus distinto, ya consagrado, pero con un acicate de peso: demostrar que ha vuelto en forma de su rotura muscular y hacerlo ante el equipo frente al que debutó.
El Madrid le ha echado de menos. Se lesionó el 25 de agosto en Balaídos del bíceps femoral de su pierna izquierda y suma cuatro partidos alejado del grupo. Un mes a lo largo del cual el equipo de Ancelotti ha salvado la papeleta en las cinco primeras jornadas y el estreno en Champions, pero no ha podido llevarse siquiera un empate del Metropolitano en la primera prueba seria de la temporada. Tras entrar en la convocatoria, el 7 se cayó a causa de una gastroenteritis y ni Rodrygo ni Bellingham fueron suficientes para inquietar a Oblak.
A tiempo
Ahora es su turno. Ha recortado plazos (en un principio se le esperaba, mínimo, para el 8 de octubre) y llega en el momento justo, cuando el calendario incrementa notablemente su dureza (dos partidos por semana) y los tropiezos comienzan a penalizar con mayor severidad. De entrada, al Madrid le esperan cuatro envites en once días y un parón de selecciones después, para el que Vini ha sido convocado, que exprimirá al máximo a sus internacionales. La montaña es escarpada, pero no por ello Carletto pondrá en riesgo la salud de ningún jugador de la plantilla. Tampoco la de Vinicius. Este miércoles jugará sólo si está plenamente recuperado y Ancelotti lo considera oportuno. La cautela es total.
Pese a ello, en la dirección técnica a nadie se le escapa que el regreso del brasileño es inminente y va a dar un salto de calidad, pero sobre todo de desequilibrio, al equipo. El italiano, que únicamente no había dispuesto de su estrella en diez partidos desde su vuelta a Concha Espina, se ha visto obligado a reconstruir el once sin él. Salvo en el derbi, su apuesta en punta ha sido Joselu, un perfil distinto de delantero que si bien ha cumplido, no tiene la influencia en el juego que tiene el de São Gonçalo. Con Vini en la casilla de salida, las alternativas se multiplican. Ancelotti respira más tranquilo.