REAL MADRID

Vinicius Tobias: promesa cumplida

El lateral aventuró en 2016 que algún día jugaría “en el Real Madrid”. Ocho años después lo hizo realidad y ahora es embajador del proyecto que le catapultó tras ser “el mejor jugador de Buraco Quente”, su favela.

Cedidas

En 2016, Vinicius Tobias soñó en voz alta. En las entrañas del Santiago Bernabéu, “algún día jugaré en este equipo”. Lo hizo. Aunque el Madrid no llegó a ejecutar la opción de compra apalabrada con el Shakhtar (vuelve al equipo ucranio tras dos temporadas), el lateral se estrenó, como titular, ante la Arandina en Copa. “Los canteranos han estado bien”, sintetizó Ancelotti. Su verdadero regalo de Reyes. De vida. El que hubiera pedido aquel niño de 12 años con el fútbol como salvoconducto. Narizinho, como le conocían en la época, era el mejor jugador de Buraco Quente, la favela en la que creció, en el barrio de Ermelino Matarazzo a las afueras de São Paulo. Allí conoció al “profesor Renato”, el interlocutor de la primera sentencia. Y ahí comenzó a trazarse ese sueño cumplido.

“Estábamos participando de un torneo, Copa Férias, donde nació Vinicius Tobias y fuimos campeones, pero no le conocíamos. Al fondo de uno de los laterales del campo, junto a una valla, había cinco chicos entre 10 y 13 años. Les pregunté quién era el mejor jugador de la favela. No dudaron. Me dijeron que era Narizinho, el apodo de infancia de Vinicius Tobias. Le conocí, le di una tarjeta y enseguida empezó a entrenar con nosotros”, recuerda Renato Silva, una persona crucial en el desarrollo del brasileño, en conversación con AS. ‘Nosotros’ es RSoccer, una escuela originada en 2006 de forma modesta. Con 44 euros, Renato compró tres balones, dos juegos de petos y diez conos. Ese fue el germen de un proyecto destinado a desarrollar a jóvenes talentos tanto futbolística como personalmente. “Tenemos a nuestra psicóloga, Tania Bandeira, que nos ayuda a controlar la posible ‘ansiedad’ que puedan surgirle tanto a los chicos como a los padres. Nuestra filosofía es aglutinar a los deportistas, a los padres y a los profesores en un todo. Eso es RSoccer”.

Vinicius Tobias, de niño.Cedida.

En esos 18 años de vida, Vinicius Tobias es el rostro más rimbombante. Renato, que acompañó al lateral en su viaje hasta llegar al Real Madrid, rememora con todo lujo de detalles aquellos primeros pasos: “Se desarrolló como ser humano. Al principio no destacaba mucho, porque tenía muchas dificultades sociales y nutricionales. Y también cierta ‘arrogancia’ callejera. Algo que suele pasar a menudo cuando hablamos de estos chicos”. El fútbol de tierra, con la libertad de la ausencia de reglas, forja talentos que necesitan dirección, una labor crucial en RSoccer. Narizinho, por ejemplo, creció junto a su madre y cinco hermanos en una pequeña casa de cuatro habitaciones. Enfrente, un campo. Allí, cuando el balompié apenas era un entretenimiento, dio sus primeros pases, dibujó sus primeros regates, marcó sus primeros goles.

Fran González, Carrillo, Vinicius Tobias, Mario Martín y Nico Paz celebran, tras formar parte de la convocatoria, la Supercopa de España de 2024.JESUS ALVAREZ ORIHUELADiarioAS

Con sus condiciones no tardó en destacar entre todos los atletas del club de formación y así llegamos al comienzo. “Un momento destacable fue en 2016 cuando participamos en un torneo en Portugal”, arranca Renato. “Nos costó llevar a los deportistas. La propia favela hizo un gran esfuerzo. Organizamos el viaje de São Paulo a Madrid y de Madrid a Oporto. El sueño de los niños era visitar el estadio Santiago Bernabéu, un momento único. Eran 43 chicos de la favela y cumplimos un gran sueño para los niños, visitar el museo y el estadio. En ese momento, Vinicius Tobias hizo su promesa. Me dijo : ‘Un día jugaré en el Real Madrid’. Me conmovió”. Y no le engañó, porque ocho años después, la promesa de ese niño confiante se hizo realidad en Aranda de Duero.

De alumno a embajador

Los viajes de RSoccer siguen. Con la inestimable ayuda desinteresada de personas y empresas como Kelme, que viste, con los colores de la verdemarelha brasileña, a los participantes de la aventura de este año. Aventuras que permiten a niños como Vinicius Tobias, que vuelve al Shakhtar con 61 partidos con el Castilla, cinco en la Youth League y uno con el Madrid en la mochila, vivir la experiencia que un día el ahora futbolista del Shakhtar Donetsk vivió. Con una salvedad. Narizinho sigue, pero con una labor diferente. “Vinicius Tobias, embajador del proyecto. Nos ayuda mucho en el proceso, ya que es todo un ejemplo para los chicos. Hace soñar a muchos niños que quieren ser futbolistas”. Ahora son otros los que anhelan, mientras regatean en la ciudad deportiva del Real Madrid, lo que su ídolo alcanzó. Pero los mandamientos de RSoccer, con Vinicius Tobias a la cabeza, no cambian: “El mayor objetivo es formar ciudadanos a través de esta gran herramienta que es el fútbol”.

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