REAL MADRID

Vinicius, ‘on fire’ al Clásico

El brasileño vuelve a su mejor versión. Olvidada su lesión, este mes participó en cinco goles del Madrid, con dos asistencias en Braga donde fue eléctrico.

Vinicius ha conseguido meter la sexta marcha en el momento justo. La lesión muscular que le frenó durante un mes exacto hasta el pasado 26 de septiembre ha quedado en el olvido y su presente es el Vini de las dos temporadas previas. Eléctrico, encarador y, sobre todo, para beneficio del Madrid, de Ancelotti y de sus compañeros: decisivo.

Contra Nápoles y Osasuna, antes del parón, comenzó a perfilar (dos goles y una asistencia) esta recuperación plena. En el Pizjuán añadió un punto extra con seis regates completados (su mejor registro desde la jornada 2 en Almería, previa a su dolencia) y en Braga acabó de rematar la obra. Pletórico, sus dos asistencias a Rodrygo y Bellingham remataron un mes de octubre aún por terminar en el que ha participado en cinco goles blancos.

Vinicius, yéndose del marcaje de Mendes, en el partido en Braga.HUGO DELGADOEFE

Este Vini desatado parte, también, desde una singularidad táctica. En el mapa de posiciones medias durante el partido generado informáticamente por Stats Perform, el 7 madridista actuó bastante más adelantado en Braga que Rodrygo y Bellingham, que casi se posicionaron como mediapuntas. Vini, escorado a la izquierda, pero fue la auténtica punta de lanza.

La posición media de Vinicius contra el Sporting de Braga, volcado a la izquierda, pero la punta de lanza.Stats Perform

Desde esa zona más avanzada fue una jaqueca continuada para Mendes, el lateral bracarense. Vinicius encaró diez veces y logró completar con éxito seis regates, el mismo alto porcentaje de éxito (60%) que en Sevilla. Y pudo redondearlo con un gol propio que fue anulado por fuera de juego... de su oreja izquierda. La imagen proporcionada por UEFA mostró un offside literalmente de milímetros. En resumidas cuentas, un Vinicius prácticamente imparable.

Un asistente ‘top’

Por eso es relevante su papel como asistente, quizá no el más vistoso, pero importante para sus compañeros. Que se lo digan a Rodrygo, que acumulaba hasta el pase tenso y envenenado (lo llega a tocar Niakate primero) de su compatriota para que hiciera el 0-1 un total de 870 minutos sin marcar en el Madrid. “Es mi hermano, me alegro mucho por él”, diría Vini tras el partido.

Bellingham y Vinicius, compartiendo una confidencia en el partido del Pizjuán.CRISTINA QUICLERAFP

No fue un favor puntual a un compañero necesitado. Con esa asistencia y la posterior a Bellingham, Vinicius ha puesto su sello en 18 pases de gol en Champions, uno más, por ejemplo, que Modric y Kroos. Una cifra considerable porque lo ha conseguido en sólo 48 partidos de la máxima competición continental. Esa conexión con Bellingham también ilusiona a Vini, como dejó ayer patente en sus redes sociales. “Nueva dupla, nueva generación, ¡es el Real Madrid!”, escribió junto a una foto con el 5 británico.

Esta recuperación del mejor nivel de Vinicius le plantea un reto a Xavi, que ha encontrado un antídoto parcial en Araújo desplazado al lateral derecho, pero en esa posición ha sido inamovible hasta su gran fichaje deseado del verano, Cancelo. Un central reconvertido puntualmente con éxito como escudo anti-Vini o uno de los doses más decisivos en ataque de la Liga. Este Vinicius lanzado plantea el famoso dilema de la manta al Barça.

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