BETIS

Vigo y Roma, doble dilema

Pellegrini quiere ir con todo en la Liga y en Europa, pero pretende mantener viva su política de rotaciones. Necesita la mejor respuesta de su unidad B para disparar la exigencia.

TONI RODRIGUEZDiarioAS

El Betis mira su futuro inminente con el Celta y la Roma como enemigos a batir en un margen de cinco días. El contexto venidero invita a la reflexión a un Manuel Pellegrini que no quiere desprenderse de su endiablado arranque de temporada. ¿Seguirán las rotaciones extremas? El técnico tiene la oportunidad de mantenerse en la zona de privilegio de la Liga, pero también encara una cita de altos vuelos en la Europa League que podría lanzarlo de forma casi definitiva al pasaporte a la siguiente fase pese a todo lo que resta. Su intención es clara. Quiere mantener viva su filosofía de descansos, la misma que funcionó a la perfección el año pasado y que mantiene a todo el plantel enchufado a nivel de rendimiento. El dilema es cómo repartir esos minutos con citas tan exigentes a la vista.

Pellegrini se encuentra ahora con varias bazas de peso llegadas de sus selecciones. William Carvalho fue el que más minutos disputó en este parón y también Guido, su pareja en la medular, tuvo tiempo de juego con Argentina. Ambos apuntan a ser la pareja de baile en su centro del campo este domingo ante el Celta. ¿Revolucionará en Roma? La cita supone un desafío para las aspiraciones del equipo verdiblanco de tumbar al rival más fuerte de su grupo europeo en miras a la opción de clasificarse como primero. Por ello, se atisba una transformación a medias. “Los futbolistas están preparados para jugar dos partidos en tres días”, aseveró el técnico bético la pasada campaña al ser preguntado por la posibilidad de que algunos de ellos tengan continuidad en su once. Fekir es el mayor ejemplo.

El Betis juega nueve encuentros en este mes de octubre. La antesala del Mundial dejará unos parámetros más claros de qué aspiraciones son viables en Heliópolis, pero la esperanza es máxima y con ella trabaja Pellegrini a la hora de trazar cada plan con mimo. La vuelta de Fekir y el buen momento de un puñado de sus secundarios le entrega cierta confianza a la hora de encarar estas citas con la mente en mantener descansos y equilibrar minutos. Todo ello sin restar prestaciones a un colectivo que sí minimizó su rendimiento por momentos cuando la revolución en el once fue total. Vigo y Roma comparten prioridades. Y quizás también a muchos de sus protagonistas en escena.

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