Valverde jugó con fiebre
Amaneció con malestar y habló con Xabi Alonso, pero quiso jugar, pese a todo. Su estado empeoró con el paso de los minutos: aguantó lo que pudo. En el 72′, entró Carvajal
Valverde no estaba lesionado, era fiebre. Un notable malestar. Dolor de cabeza, gastroenteritis. Y pese a todo, ha decidido jugar. Ser titular, lateral derecho, portar el brazalete de capitán. Todo comenzó ayer por la noche, con un ligero malestar. Algo poco a poco a más. Hasta el 72′, cuando no pudo más. Miró al banquillo y transmitió que su 100% había llegado hasta ahí. Cambio: entró Carvajal. Había cumplido... y con fiebre.
Los primeros síntomas fueron ayer, casi a última hora. Muy leves, aparentemente no preocupantes. Pero esta mañana... habían ido a más. Fue entonces cuando se mantuvo una conversación con Xabi Alonso en la que se transmitió que jugaría. Que quería, pese al malestar. Que se veía para hacerlo. Y lo hizo.
Fiebre, sudores...
Pero poco antes del partido... el asunto se puso de alerta amarilla. Valverde tenía fiebre, sudores; gastroenteritis. Los analgésicos hicieron cierto efecto, pero no milagros. Valverde no se echó atrás y jugó, pese a todo. Hizo lo que pudo, el tiempo que pudo. En concreto, duró 72′. Hasta que Carvajal entró en el campo.
No sin antes dejar dos síntomas de su molestia. En el descanso, Carvajal saltó a calentar con intensidad, pues Fede ya transmitía que se encontraba verdaderamente mal. Y en torno al 60′, se echó al suelo y pidió la entrada de las asistencias médicas. No había ninguna lesión; era fiebre. El estado en el que ha jugado el Clásico.
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