Valerón: “Se pasaban un poco cuando me comparaban con Zidane”
‘El mago de Arguineguín’ repasa en AS su trayectoria y cuenta su forma de ver el fútbol como entrenador. Se fija en el estilo de Guardiola, la naturalidad de Ancelotti y se deshace en elogios al Cholo: “Merece un monumento”.
Juan Carlos Valerón Santana (Arguineguín, Gran Canaria, 17 de junio de 1975), ‘el mago de Arguineguín’. Uno de los mejores futbolistas de la historia del fútbol español y referente de las posteriores generaciones de la escuela canaria. Ahora busca plasmar su estilo en un banquillo que le ofrezca un proyecto interesante. El técnico recuerda en AS su etapa futbolística, el descenso con el Atlético, la gloria en el Depor y se pronuncia sobre el Clásico, el Barça de Xavi, el Cholo, el Bernabéu como estadio que más le ha impresionado y el derbi canario.
¿En qué proyecto se encuentra inmerso ahora?
En ese momento en el que ya sé lo que busco y quiero. Ahora hay que encontrar una oportunidad para desarrollar esas ideas en un banquillo. Te preparas, haces el curso y empiezas a organizarte para encontrar y plasmar en un equipo la idea que quieres. Cuando terminé mi etapa de jugador no sabía qué se me podía dar mejor y que era lo que más me gustaba. Me tira mucho el campo y la relación con los jugadores. Tenía la sensación de que me siento más yo como entrenador, donde tienes influencia a la hora de lo que pase en el campo y en el vestuario. He estado preparándome bien para que una vez tenga una oportunidad poder ir y desarrollarla al club que me contrate. He pasado por diferentes fases: el fútbol base, los filiales y ahora me apetece estar dentro del fútbol profesional. Estuve 20 años dentro de un vestuario. Cuando te sientes con esa ilusión, esas ideas claras y esa seguridad te planteas empezar y esperas que salga esa oportunidad.
Usted ha sido un referente del fútbol fantasía y de talento. ¿Qué aportará ahora desde el banquillo?
Una manera de ver el fútbol con mi personalidad, con mi forma de ser, con la experiencia y formación que he tenido, más lo que uno quiere aportar. Igual que cuando fui jugador tenía una manera de jugar que pude desarrollar. En este caso quiero hacerlo como entrenador. Soy alguien que está en el fútbol para ofrecer lo que tiene en la cabeza y ayudar a cualquier club en cualquier situación que se presente. Aportaré la manera que tengo de entender el fútbol y la organización dentro de un equipo.
¿En qué se parece el Valerón entrenador y jugador?
En algo te tienes que parecer por esa manera de entender el juego. Cuando empecé a entrenar en el fútbol base, vi esa manera de comprender el juego cuando llegas con una madurez. A partir de ahí empiezas a buscar esos hábitos de entrenamiento para que tu equipo se comporte como tú quieres en las diferentes situaciones de juego dentro de un partido. Un estilo marcado por unas ideas que tienen que ver con el fútbol combinativo. Tiene un peso importante la habilidad de los jugadores para resolver situaciones de juego. Todas las propuestas, todo lo que un entrenador quiere hacer, va a tener más o menos resultados si eres capaz de conseguir jugadores que sean capaces de resolver esas situaciones de juego con el talento que cada uno puede tener.
¿A este entrenador qué le queda de aquel fantástico futbolista?
Quedan muchas cosas. Cuando eres jugador, tu papel y tu trabajo lo ves desde el punto de vista individual. Haces tu parte dentro del equipo para ayudarle bajo una dirección y unos criterios, y hasta ahí llega tu parte. Cuando eres entrenador tienes que ponerte a pensar en que son once dentro del campo que tienen que jugar a lo mismo. Tienes que gestionar un vestuario, los suplentes, los que se quedan fuera… Tomar decisiones conlleva una responsabilidad y es diferente. Conseguir que todos los que están contigo crean en esa idea colectiva para conseguir el éxito.
¿Qué dibujo táctico es el que más le gusta?
He manejado el 4-2-3-1 o el 4-3-3. Los entrenadores hemos llegado a un punto en el que te das cuenta de que por las características de tus jugadores puede cambiar y le vas a sacar más rendimiento. Lo más importante es tener un estilo que los jugadores sepan a lo que jugamos y a partir de ahí cómo ocupamos los espacios dentro del campo va a depender de las habilidades que tengamos, los jugadores y lo que nos interesa.
¿Y con qué estilo de juego le gusta complementar esos dibujos?
En el fútbol puedes plantear diferentes situaciones. Por ejemplo: que tu idea de juego se base en la organización defensiva, y a partir de ahí ya atacas. Otra opción es basarla en la organización ofensiva. Tú quieres llevar la iniciativa y tu equipo tiene que defender cuando no tiene el balón. Y una tercera vía, que es un poco de las dos opciones anteriores, que es más difícil. Mi idea es que el estilo esté marcado por la organización ofensiva, cómo tú atacas, cómo quieres tener el balón, cómo te mueves dentro del campo, cómo te relacionas y cómo resuelves las situaciones que te va a plantear un equipo que te presiona alto o un equipo que juega en bloque bajo. En un mismo partido pueden pasar ambas. Quiero que todos los jugadores tengan una idea clara cuando atacan y cuando defienden. Son cosas que varían cuando te interesa, pero que el estilo esté presente.
¿Qué entrenadores le gustan?
Cuando uno empieza a formarse como entrenador suele identificarse con un estilo. La experiencia me dice que no debes cerrarte a nada. Hay entrenadores que no tienen un estilo que pueda parecerse al tuyo, pero sí características que puedan ayudarte a crecer. Cuando ves al Manchester City, Real Madrid, Arsenal... todos tienen un estilo reconocible. Entrenadores muy atrevidos con iniciativa, defensas adelantadas y una mentalidad ganadora que es lo que tienen en común este tipo de técnicos.
Mójese con tres entrenadores y tres características que le gustan
No sé si habrá algún entrenador que no admire o siga el estilo de Guardiola. Más allá de que cada uno tenga su personalidad y que tu sistema o idea sea más flexibles. La idea que tiene él de ver el fútbol nos ha influido a todos los que queremos ser entrenador, por lo menos a mí. Esa idea de que no siempre tiene que ser un fútbol físico para obtener éxito. De Ancelotti me encanta su idea porque ve tan normal el fútbol… Le da tanto sentido común a lo que hace siempre buscando lo que le interesa con las características de sus jugadores. Me gusta mucho el Bayern de Nagelsmann también. Seguía mucho a Flick, seleccionador de Alemania, cuando estaba en el Bayern.
¿Qué técnico le ha marcado más en su carrera?
Todos te enriquecen. Cada entrenador tiene su personalidad. No hay dos iguales ni parecidos y mira que el fútbol no tiene tantas cosas diferentes, pero es increíble la cantidad de maneras de ver el juego que tienen los diferentes entrenadores. Con el paso del tiempo se ve que todo es válido si eres capaz de conseguir que tu equipo funcione, que sea eficaz y eficiente. Lo importante es que con tu estilo seas capaz de ser eficaz y conseguir el resultado y el rendimiento que tú quieres para superar a tu rival.
Ha trabajado hasta ahora en el fútbol formativo. ¿Se ve listo ya para el fútbol de élite?
Sí, me siento preparado. Aquí hay un entrenador que tiene algo que ofrecer para cuando aparezca una oportunidad de poder desarrollarlo.
Cuando se sienta a ver fútbol, ¿qué le atrae más el cholismo del Barça o el fútbol total del Bayern?
Cuando llegas al punto en el que estoy ahora te planteas ver cómo se desarrollan los equipos, los entrenadores, las ideas, cómo pasan por fases buenas y menos buenas y las van resolviendo. Tenemos un ejemplo en el Barcelona con Xavi. Ha habido momentos que le ha ido bien y otros en los que no de encontraba lo que él quiere. En un proyecto se necesita un poco de tiempo para tener la solidez y que pueda empezar a dar un resultado a largo plazo. Eso otros clubes han ido ganando, como puede ser el Madrid que ya viene de unos años con un entrenador y una idea muy marcada, unos jugadores que saben lo que quiere. Mientras vas caminando, añaden futbolistas con los que fortalecer el equipo. Me gusta mirar el fútbol europeo, la Premier, el dinamismo de los equipos, cómo se plantean los partidos y disfrutarlos mucho porque estamos en una época bonita de ver fútbol.
¿Qué opina de la mutación del Barça que ha pasado de un estilo de toque a un estilo unocerista?
Ahora está intentando formar un proyecto. Es difícil conseguirlo de un día para otro. Necesitas tener un equipo que está hecho con jugadores importantes para lo que tú quieres. Al final todos los entrenadores, y lo que hace crecer a Xavi, es la forma en la que eres capaz de sacar partidos adelante y fortalecer tu idea. Él no ha cambiado su idea. Se está adaptando a momentos en los que tiene que conseguir que su equipo sea eficaz. El Barcelona y Xavi tienen claro lo que quieren. Y desde mi punto de vista sólo necesitan un poco de tiempo para lograr lo que ellos quieren. Durante algunos momentos se ha visto un equipo muy reconocible como fue el año pasado cuando le ganaron al Madrid o en la Supercopa.
¿Ha viajado al extranjero para ver fútbol en otras ligas o se ha centrado en España?
He estado viendo fútbol desde casa de todas las ligas. Tuve la oportunidad de viajar a Alemania para visitar a mi representante, Marcos, y tuvimos la oportunidad de asistir al Bayer Leverkusen - Mónaco. Al haber coincidido con Xabi Alonso en la Selección, le pude saludar y charlar con él. Fue una bonita experiencia conocer a la gente de allí como al director general del Leverkusen, Fernando Carro, que es español. Mantener contacto con el fútbol siempre es bueno. Ahora sigo mucho la trayectoria de entrenadores que he visto en el campo como compañeros o como adversarios. Me encanta que a Xabi le vaya bien porque es un entrenador que ofrece un fútbol muy bueno para el espectáculo y el aficionado. Ya lo vi en la Real B.
Jugó con Scaloni ¿Se le veía madera de entrenador?
Sí, hay muchos jugadores que cuando los ves tienen las características para ser entrenador, pero de ahí a que luego las cosas salgan como quieres o que consigas tener una idea y llevarla a cabo y un equipo donde poder aplicarlas no es tan sencillo. Cada uno hace su camino y él se preparó, le llegó su momento y fue capaz de ser eficiente. Para lograrlo no es tan importante la idea de juego sino todo lo que lleva a un equipo: la mentalidad colectiva que le puedas transmitir. En este caso en la selección argentina que todos los jugadores se unieran a Messi. Es lo bonito que tiene el entrenador, más allá de una idea, cómo conseguir que un equipo funcione y que los jugadores acepten el rol que tienen, porque no todos tienen el mismo.
Siempre que me preguntan por este tipo de cosas pongo el ejemplo de Mauro Silva. Cuando llegué a A Coruña entendí el fútbol de otra manera y aprendí lo que es el oficio del fútbol de verdad, un equipo con una mentalidad ganadora, jugadores de mucha calidad pero eficientes. Recuerdo uno de los primeros partidos que jugué. Yo estaba de mediapunta y Mauro de mediocentro. Una de las veces que un mediocentro del equipo contrario se incorporó al ataque, yo lo seguí en defensa. Cuando Mauro me vio llegar a su altura, me paró y me dijo: “Aquí me encargo yo, tú quédate ahí que cuando yo robe ya te la doy”. Eso te demuestra lo que es la mentalidad de un campeón del mundo. Así se entiende el fútbol desde que todos somos necesarios porque todos nos vamos a beneficiar. Cuando un jugador entiende eso es muy importante para un equipo.
¿Cómo era Scaloni cuando jugaba?
Era muy competitivo. Tenía el carácter de líder. En el campo tenía una personalidad muy marcada. Cuando el equipo pasaba momentos en los que no encontraba soluciones se echaba el equipo a la espalda, intentaba que pasaran cosas diferente. Seguro que todo lo que tenía de jugador le ha marcado una personalidad como entrenador.
¿Cuál es el mejor consejo que le han dado en el mundo del fútbol?
He recibido tantos que es difícil de acordarte de uno. He tenido tantos compañeros, entrenadores... La magia no se puede perder. Uno tiene que sacar ese talento que lleva dentro y eso es lo que intenté siempre como jugador. Cuando era joven mucha gente me decía que tenía una manera de jugar, que no defendía mucho, que tenía que poner más intensidad. Yo tenía claro que si con mi manera de jugar podía ser eficiente y resolver situaciones, eso era lo que me iba a dar la posibilidad de llegar. Lo tenía muy marcado como jugador y lo sigo teniendo en mente como entrenador. Al final para mí el hecho de que la afición disfrute y vea a jugadores talentosos que marcan un estilo, capaces de crear jugadas y por los que la afición se levanta. Eso no hay que perderlo nunca.
¿Cuántas veces le han llamado mago?
No las he contado. Son cosas muy bonitas que uno las recibe con cariño. Cuando venía un aficionado y te decía que había disfrutado al verte jugar era lo que me daba satisfacción. Es bonito lo que viví en A Coruña. Es algo especial cuando una afición se siente identificada con lo que su equipo hace en el campo, cómo lo desarrolla, con jugadores entregados, con esa responsabilidad de querer darle alegrías a su gente y encima jugando bien con jugadores habilidosos y con talento que juegan como a la gente le gusta. Sigo creyendo en eso.
¿Qué partido le ha dejado mejor recuerdo?
Ha habido muchos en los que te vas con la satisfacción de haber hecho un gran partido. Sí que es verdad que hay partidos que por la importancia y por lo que conlleva, como es ganar una eliminatoria, son especiales. Recuerdo la final de Copa del Rey contra el Madrid (Centenariazo), el partido del Bayern en Múnich, el del Arsenal y la remontada al Milan en A Coruña.
¿Está en crisis el tiqui-taca?
Eso no va a morir nunca. Todos estos estilos no van a morir. El fútbol son épocas y si no tenemos claro que las épocas no las marcan los estilos sino los jugadores se puede confundir. Si hoy en día estuviera esa generación los seguiríamos viendo. No es tan sencillo encontrar jugadores que marquen épocas. Se necesita tiempo para volver a encontrar generaciones de futbolistas para volver a ese punto. El fútbol va a seguir siendo el mismo y va a seguir habiendo diferentes estilos como ha habido en toda la historia. Los jugadores son los que marcan las épocas.
¿Qué sintió cuando se decía que usted gustaba más que Zidane?
Sinceramente sentía que se estaban pasando un poquito. Estamos hablando de un jugador que ha ganado ligas, campeón de Europa y del mundo. Entiendo que alguien pueda decir que le gusta como juega Valerón y su estilo. Compararme con un jugador que ha hecho eso me alegra, pero estamos hablando de un futbolista que marcó una época.
¿Cómo ve el VAR desde el punto de vista de entrenador?
Yo tengo mi manera de verlo, pero siempre ha sido así con VAR o sin él. La polémica no va a parar. El VAR no ha creado ni más ni menos polémica, sigue siendo la misma. Pienso que todo lo que sea para mejorar el fútbol es bueno. El VAR ha ayudado a mejorar situaciones como el fuera de juego. La polémica va a estar porque el árbitro tiene la capacidad para interpretar. Él es el juez que toma las decisiones, no vale de nada desgastarse o entrar en polémica. Los árbitros quieren hacerlo lo mejor posible, pero si en una misma jugada tú tienes una interpretación y yo tengo otra nunca nos vamos a poner de acuerdo y la que prevalece es la del árbitro. Ahí no hay más discusión.
Si él interpreta una situación no hay nada que discutir, podemos hablar 20 días, pero es el árbitro el que interpreta y el fútbol está muy difícil hoy en día. Dos jugadas iguales no se pitan igual porque hay matices. Yo no voy a tener problema con eso porque voy a convivir como he hecho como jugador respetando mucho las decisiones. Hay personas que se dedican a que el arbitraje vaya mejor, a unificar criterios y que siga mejorando. Animo a que cada vez se haga mejor. Nunca nos vamos a poner de acuerdo si no entendemos esto.
Al hilo de la actualidad y el ‘Caso Negreira’ ¿en su época de jugador sentía que se favorecía al Barça? ¿Sospechaba que pasaba esto?
No, ni del Barça ni de ningún equipo. Nunca llegué a ver nada que me hiciera sospechar en mi época de jugador. En este tema no se sabe muy bien que hay detrás. Se está investigando. Yo no soy juez para condenar ni jugar a nadie. Hay estamentos que se dedican a eso e investigarán si ha habido algo ilícito o algún delito y si no lo hay no pasara nada. Hay que dejar a las instituciones. El que cree que se hace algo mal debe defenderse y probar su inocencia. Están en ese proceso y no tengo más que añadir.
¿Todo lo que está generando más tensión en torno a los árbitros?
Me imagino que no es cómodo para los árbitros esta situación. Al final ellos hacen su trabajo. El problema no está en los árbitros, el problema está en el fútbol en cómo estamos gestionando estos temas. El árbitro se prepara para hacer su trabajo y lo decide, pero cuando estamos constantemente criticando y poniendo en duda muchas decisiones al final te crea un clima que no es aconsejable. Cada uno es libre de opinar. Yo no lo voy a poner en duda. Siempre voy a valorar el trabajo que hace el árbitro y a veces se nos olvida que es el juez, que es la autoridad. No entiendo cómo no nos damos cuenta que a la autoridad hay que respetarla. Y se podrán equivocar, se basan en unas normas, en unas leyes, un reglamento y luego lo interpretan de la mejor manera que saben.
¿Cómo es un derbi canario?
Bien, bonito, especial, cada derbi tiene sus características en cualquier sitio. Todos tienen varias cosas en común: la pasión, el entusiasmo y que genera un ambiente más caldeado de lo normal. El fútbol canario con dos históricos que se enfrentan y que detrás hay una historia. Fui feliz viendo como en los últimos años no pasó nada que se salga de lo normal, siempre ha habido deportividad, cada uno defiendo sus intereses.
¿Cuál de los dos equipos llega mejor?
Las Palmas está teniendo una temporada más regular, quizá el Tenerife esté siendo un poquito más irregular, pero ya sabemos que en un derbi puede pasar cualquier cosa. Ha pasado en muchos sitios y aquí recientemente fue el playoff del año pasado. El equipo que juega de local siempre tiene un plus con su gente y no me atrevería a dar un favorito.
¿Importa la clasificación en estos partidos?
El Tenerife ha hecho méritos para estar más arriba de donde está. Ha tenido algunas rachas de resultados que no le han favorecido y al final se ha quedado un poco detrás. Tiene un equipo para enfrentarse a cualquier equipo de la categoría y sacarlo adelante y más con la motivación de un derbi. Las Palmas tiene un estilo muy marcado. Está haciendo un año donde han adquirido mucha confianza y seguridad en lo que están haciendo. Está siendo un equipo reconocible. Esa estabilidad le da que sea el equipo que está un poco por delante. Los resultados le acompañan.
Se habla de La Masía, La Fábrica, Mareo, muchas canteras pero Las Palmas tiene una escuela futbolística muy característica ¿Por qué ese jugador tan marcado?
Son las características de cada lugar donde naces. El futbolista canario siempre las ha tenido. El fútbol que se juega en la calle y que se parece un poco más al Sudamericano que todos veíamos hace tiempo. Durante mucho tiempo al futbolista canario le costaba adaptarse al fútbol europeo digamos, al fútbol de la Península, salir antes era más complicado, pero todo ha ido evolucionando de tal manera que el futbolista canario empezó a saber competir. El hecho de que salir de las islas a la Península no sea tan grande como era antes. Se está normalizando todo eso mucho más y permite que coja importancia. En las Islas esto es cultura, es tradición de toda la vida. Los niños de pequeños en la calle tienen esa pasión que se mantiene en el tiempo y aquí tenemos la suerte de que Las Palmas y Tenerife que son los más representativos y los más históricos que han estado en la élite del fútbol. Se están aprovechando de esta cantera canaria, siempre es bonito tener jugadores de tu tierra y ver cómo van creciendo y triunfando.
¿Qué siente cuando Jonathan Viera y David Silva le nombran como su referente?
Es bonito siempre que han hablado algo de esto. A uno le gusta ver que todo lo que has hecho y lo que tú has representado guste. Ellos han seguido su camino, han tenido su propia personalidad. Tanto David, que todavía sigue impartiendo clases, como Jonathan, que está siendo un jugador importantísimo y que está ahora mismo en el mejor momento de su vida futbolística, han llegado a la madurez. Viera lidera a un equipo con muchas ganas de volver a Primera.
¿Cómo ve al Depor y qué futuro le augura?
El proceso por el cual han descendido hasta Primera RFEF es el que ha sido. He tenido la oportunidad de estar un año entrenando al Fabril y la ilusión que tienen es la de devolver al equipo al fútbol profesional. Están en ese camino, que no es sencillo porque esa categoría es complicada. Es muy difícil. Lo más importante es que siguen una línea, mantienen un proyecto que no varían, toman decisiones que no se van a diferentes sitios y siguen una idea que han estado transmitiendo estos dos años y al final tiene que caer por su propio peso. Cuando tienes un proyecto, las ganas y la ilusión que tienen en A Coruña con una afición como la que está detrás es cuestión de tiempo que suba.
¿Le gustaría entrenar al Depor? ¿Es uno de sus sueños como entrenador?
Siempre que uno piensa en los equipos en los que ha estado: Las Palmas, Depor, Atlético de Madrid, Mallorca. Sabes que ha habido un vínculo el tiempo que has estado allí. Lógicamente como entrenador tienes que tomarte las cosas de otra manera. Hay muy pocas plazas y muchos profesionales. Tienes que estar abierto a donde puedas entrar y te den una oportunidad. Y a partir de ahí, ya lo que uno tiene que ofrecer.
¿Fue el día más duro de su carrera cuando anunció que dejaba el Depor y descendió?
Sí, probablemente porque cuando tomé la decisión que ya había llegado mi momento en el Deportivo. Antes del último partido ya lo tenía claro. Imagínate para mí el peso o la responsabilidad que tenía porque a falta de un partido podíamos descender. Fue duro, pero a veces las cosas se dan de una manera en la que uno no puede más que aceptar lo que pasa. Todos los años que estuve en el Depor me entregué totalmente. Con esa satisfacción uno siempre camina en la vida. Ahora, el día que tenga una oportunidad de entrenar, esa entrega va a seguir estando donde vaya.
Fue fiel al Deportivo ¿Qué equipos gigantes llamaron a su puerta?
Que yo sepa nunca personalmente me llegó ninguna propuesta o club interesado en mí. Mientras estaba en el Deportivo tenía un contrato que estaba muy a gusto y feliz. No tenía necesidad de buscar algo más o diferente porque lo tenía todo allí. Era una época donde los jugadores no salían porque estaban compitiendo contra los mejores. Que yo sepa nunca me llegó la noticia o el interés claro de algún equipo grande.
¿Echó de menos jugar en el Madrid o Barça en su carrera? ¿Tuvo oportunidad?
No, en ningún momento de mi carrera sentí que eso me podía pasar o que tuviera esa necesidad. Si hubiese llegado la oportunidad probablemente en aquel momento y hubiera un acuerdo entre el equipo grande y el Depor estaríamos hablando de otra cosa. A mí el Deportivo me colmó todo lo que yo siempre soñé como jugador vary fui muy afortunado.
¿Cómo ve a su excompañero Sergio González en el Cádiz?
Sufriendo y viéndole triunfar. Vas siguiendo la trayectoria de esos compañeros que has tenido, con los que has jugado. Con Sergio tengo una relación muy bonita. Cuando subió del Espanyol B al primer equipo, la época en el Valladolid, ahora en Cádiz. Ya cuando éramos jugadores se ponía a discutir con Jabo (Irureta). Ya era entrenador. Lo veo con mucho cariño, a veces le ha tocado disfrutar un poco más. Ahora, sufriendo el momento y luchando por mantener al equipo. Lo veo bien, entero, sacando rendimiento máximo y en la lucha por intentar hacer cosas bonitas.
Formó parte del Atleti del descenso ¿Cómo fue aquel año y qué recuerda?
Fue uno de los momentos más complicados para mí porque yo cuando salí de Las Palmas mi primera temporada en Primera fue en el Mallorca y después de un año voy al Atlético de Madrid. Pasé a estar en un equipo de los grandes en poquito tiempo. Entonces esas dos temporadas fueron bastante intensas. Llegar a un club con la presión que tiene el Atleti... Estuve en unos años en los que no había estabilidad institucional. Fue en el segundo año cuando intervinieron al club. Fue difícil porque un equipo sin estabilidad institucional siempre puede caer en cualquier momento. Me tocó estar, pero volvería a pasar por ahí otra vez lo que aprendes, la experiencia que te llevas, el soportar situaciones, tener la capacidad mental para afrontarla y aguantar asumiendo responsabilidades. Veía como la gente pedía muchísimo y el equipo no conseguía dar rendimiento. Todo eso te fortalece como persona y eso también me ha hecho ser el jugador que fui después y el entrenador que soy hoy.
¿Qué imagen tiene grabada de ese momento?
El momento es que estoy en el equipo que ha descendido el Atlético de Madrid. Eso es así. No puedes pensar otra cosa. Vas con toda la ilusión del mundo de conseguir o ayudar, ofrecer el fútbol que tienes para que el Atlético pudiera hacer cosas grandes y saber que un club como el Atleti desciende y tú eres parte de esa responsabilidad... Eso es durísimo para todos lo que tuvimos que vivir aquello. Había que asumirlo. Todos los que estuvimos allí fuimos los responsables. Después de muchos años, cuando me preguntan, me queda ese disgusto de no haber llegado al Atlético en un momento de más madurez mía, donde yo pudiera haber estado más preparado para estar en un equipo que estaba pasando por un momento duro institucional, de altibajos y presión. Al final te quedas con la sensación de que pasé por este gran club, pero no le pude dar lo que me hubiese gustado dar. Con el paso de los años ves que hiciste todo lo que pudiste, pero no fue suficiente.
¿Qué le parece el Cholo como entrenador?
Habría que hacerle un monumento si no se lo han hecho ya en el Atlético de Madrid. El Atlético es el Cholo. Todos los que hemos estado ahí sabes que cada club tiene sus características, su carácter, su manera de entender el juego y el Cholo estaba destinado al Atlético de Madrid y el Atlético al Cholo no sólo como jugador. Ha conseguido algo increíble: poner al Atlético, no un año, dos o tres, son todos los años encima. Cuando ha pasado momentos difíciles, la masa social y el mundo del fútbol ve que está acabando su ciclo se reinventa y vuelve a conseguir que el equipo funcione como en los últimos partidos. Sólo tengo palabras de admiración por él.
¿Cómo ve a Luis de la Fuente como seleccionador?
Bien. Tuve la oportunidad de tenerle como profesor un año y medio cuando hice el curso de entrenador en la Federación. He visto su trayectoria cuando ha ido evolucionando en las categorías de la Selección hasta llegar a la Sub-21 y realmente es una decisión que como Federación consideras que es lo mejor, un hombre de la casa que lleva tiempo y conoce bien la manera, la idea de juego, los jugadores que han pasado por sus manos que ahora están en la Absoluta. La Selección está en una transición de esos jugadores que consiguieron tantos títulos y que han ido nuevos poco a poco con Luis Enrique y ahora con De la Fuente. Va todo en la misma línea. La Federación tiene clara la idea. Tiene que ser así y haber una transición. Es un hombre increíble. En el curso fue una persona cercana, un hombre de fútbol, que entiende de qué va esto.
¿A quién considera favorito en el Clásico?
Los dos equipos llegan en buen momento. El Madrid está bien. La dinámica es de confianza en las últimas semanas. El Barça tiene claro que la Liga es donde tiene puestas todas sus fuerzas. Están siendo bastante eficientes incluso los días que no están jugando de la mejor forma.
¿Seguirá abierta la Liga?
Sí, para mí el Madrid y el Barça pueden ganar la Liga. El Barça está por delante, pero lo que miro es el resto de equipos. Para ganar a los demás van a tener que gastar muchas energías y fuerzas. Y ahí es donde va a estar. No veo a Barça y Madrid ganando todos los partidos de aquí al final.
¿Qué tiene el Madrid con la Champions?
Desde la distancia los que lo vemos lo que hacemos es disfrutarlo. Ni cuando les preguntan a ellos lo saben. Se escapa a la magia del fútbol. Mientras exista eso, siempre voy a seguir teniendo esa ilusión por que el fútbol no pierda esa chispa que hay más allá de los planteamientos.
¿Qué estadio le ha impresionado más?
Cuando llegué a Primera cada vez que llegaba a un estadio me quedaba alucinando. Quizá el Bernabéu. Estar allí ha sido el estadio que más me ha impactado.