Uriarte cumple un año al frente de Ibaigane
La renovación de Sancet fue un puntazo, no entrar en Europa, un lunar. Va frenando el déficit estructural.
El actual presidente del Athletic, Jon Uriarte, salió elegido presidente del Athletic en las elecciones al sillón de Ibaigane celebradas hace justo un año en el estadio de San Mamés. El empresario bilbaíno, de 44 años, se impuso en todas las urnas de manera holgada a sus dos rivales, Iñaki Arechabaleta y Ricardo Barkala. Los socios querían un cambio radical. Un 46,71 % del total de votos los acaparó. Desde entonces, 365 días, una campaña del primer equipo sin poder entrar en Europa a la espera de poder hacerlo de rebote en la Conferencie League si excluye la UEFA a Osasuna, que en las arcas supone un mazazo inesperado por sexta campaña consecutiva. El descenso del Bilbao Athletic a la Segunda Federación es un bofetón en la línea de flotación de la cantera, aunque dulcificado por el ascenso de los Paredes o Adu Ares, el playoff del Basconia y las Ligas cosechadas por los dos Juveniles. Además, las renovaciones de De Marcos y Lekue, más la anhelada de la perla Oihan Sancet hasta junio de 2032. También el fichaje mediático de Ander Herrera desde el PSG, aunque las lesiones no le hayan dejado explotar del todo a la espera de su rendimiento en la próxima temporada. La de Nico Williams es esperada para cimentar el nuevo proyecto.
En el terreno económico, lucha por sujetar el déficit estructural del club de 30 millones de euros que el equipo de gobierno de Uriarte intenta paliar con la inyección de recursos atípicos. El presidente no escondió la situación del Athletic como institución con un análisis exhaustivo de la situación real del club. “Iniciamos un proceso de planificación a largo plazo, dónde vamos a llevar ese tren en los próximos años, potenciar lo bueno y corregir lo malo en un proceso de transformación. Lanzaremos planes de acción que van a ser anuales”, señalaba un Uriarte acostumbrado a la ingeniería financiera y que ahora debe soportar las dentelladas de una parte de la prensa.
Se ha conseguido llenar San Mamés al fin con la consecución de la Grada de Animación heredada del proyecto del anterior mandatario, Aitor Elizegi, aunque con algunas salidas de pata que han derivado en multas. Aumentar esos ingresos externos con publicidad en la camiseta. En el debe del actual rector, que ganase sin director deportivo, compartiendo entrenador, Ernesto Valverde, con la plancha de Barkala, y que colocara de técnico del filial a Bingen Arostegi que iba en la candidatura de su contrincante en la sección de Metodología.
El asunto de Iñigo Martínez, que parecía que podría desgastar a Uriarte, le ha reforzado en una explicación pormenorizada de la salida voluntaria del central ondarrutarra al Barça, decidida meses antes de acabar la Liga. Renovar a Valverde dotó de estabilidad al club y ahora se ha dado un giro a la cantera de Lezama con la marcha de los Ziarreta, Javi González, Aranzubia y Oskar Alkorta, lo que ha molestado a una parte de su estructura.