Ünal y un campo maldito

Los dos grandes damnificados de la jornada del fin de semana se citan hoy en el Coliseum (sigue el partido en directo en AS.com). Ambos perdieron una oportunidad preciosa de escaparse del peligro y el técnico madrileño definió escatológicamente lo que espera a Getafe y Almería por no hacer esos deberes.

Desde hoy y seguramente hasta final de temporada, les toca apretar los dientes y sufrir. Sus pecados son diversos. El Getafe está lastrado por su pésima primera vuelta, los de Rubi por su nulidad como visitantes. El Almería es el único equipo que no ha ganado en toda la Liga fuera de su estadio. Por si la estadística sirve, se ha puesto a favor de los locales. Los indálicos jamás ganaron en Getafe, ni en el Coliseum ni el viejo Margaritas.

El calendario se aprieta y los futbolistas necesitan descanso, pero el choque es tan directo y definitivo que es difícil pensar que hoy sea un buen día para hacer alguna rotación. En el Getafe, si acaso, habrá uno o dos cambios respecto al once del domingo. El cansancio y la proximidad de la siguiente final ante el Espanyol, pueden servir de excusa.

Rubi no es que haga rotaciones esta vez, es que las hace cada día. La sensible baja de Ely le obliga a cambiar su defensa y la posición de Chumi. Además, de la Hoz y Eguaras apuntan a novedades para reforzar la medular, en toda una declaración de intenciones. Si el balón pasa por el centro del campo, este estará minado. Los espacios se venden caros.

Y es que por más que Quique recitase a Pablo Neruda en la previa, el partido tiende más al trazo grueso que a la fina poesía. Dos equipos en muchos apuros, que un día despejan dudas y al siguiente son una ecuación de tercer grado. Tres puntos que valen algo más que eso. Para el ganador un respiro, para el perdedor, probablemente la vuelta al pozo. Todos dicen que no hay presión, pero hay pocas cosas que atenacen más que la posibilidad de un descenso. Partido de emociones fuertes.