ESPANYOL

Una tregua antes del rearme

El Espanyol, que perdió a Joselu antes del inicio, a César Montes durante el encuentro y vio como Pierre Gabriel acababa expulsado, empata ante Osasuna con el debut de Denis y Gragera.

Gorka Leiza

Un ‘dèja vu’. El Espanyol no habría firmado el empate antes de empezar su encuentro ante Osasuna, seguramente sí lo habría hecho cuando Budimir marcó el 0-1 y debía afrontar con diez jugadores el segundo tiempo (como Osasuna), sin César Montes ni Joselu Mato. El equipo perico tuvo de nuevo que nadar contra la corriente en un encuentro en el que debutaron Pierre Gabriel, que fue expulsado, y Denis Suárez y Gragera, que jugaron la última media hora. Un nuevo Espanyol por construir que fue el de siempre, para lo bueno y para lo malo, en un déja vu de lo que ha sido la temporada.

Despertar gris. La mañana amanecía gris. No en el cielo, sino en las informaciones que llegaban desde el Espanyol. Joselu, con unos problemas en los isquiotibiales, no estaría ante Osasuna y se desconoce el alcance de la lesión y el periodo de baja. Un contratiempo para un equipo perico necesitado de victorias, con una corriente positiva generada por el mercado de fichajes que, luego en el verde, se ha rebajado. El Espanyol de siempre no pudo superar a Osasuna y sigue respirando una semana más lejos de la orilla, en tanto a puntos como en sensaciones. Una tregua antes del rearme cuando todos los elementos encajen.

Duelo callejero. Como de costumbre en el RCDE Stadium, el Espanyol empezó marcando territorio. Dos córners fugaces con un remate de Braithwaite claro que paró Aitor Fernández sin problemas. Antes de que los partidos cojan temperatura, el equipo de Diego Martínez sorprende con su juego ofensivo anárquico y a oleadas, hasta que el rival entra el calor. Osasuna se deslizó por el verde de Cornellà-El Prat con pulcritud, ordenado, con ese duelo entre Abde y el debutante Pierre Gabriel que marcaría el devenir del encuentro. El francés se definió en una jugada: jugador potente, que recupera fácil su posición y domina los choques, pero faltó de precisón en sus acciones y rudo. Esa fue la primera impresión, ya que acabó expulsado por un exceso de testosterona. “Luces y sombras”, como dijo el técnico gallego.

Desde la grada. El partido no tenía continuidad. La grada, con un aforo extraño (22.438, con unas 8.000 entradas vendidas), se enfriaba cada vez que los jugadores caían lesionados, especialmente César Montes, quien tuvo que abandona el campo con un vendaje en la cabeza. Salió Sergi Gómez. Diego Martínez optó por no sacar tan rápido a los fichajes, y en el campo se juntaron Calero, Gómez y Cabrera, anteasala, justo antes de la expulsión de Pierre Gabriel, del tanto de Osasuna. Otra vez por detrás en el marcador. Puado remató de cabeza al palo pero el guion del RCDE Stadium se mantuvo una jornada más.

20230204 Jornada 20 Liga Santander RCD Espanyol v CA Osasuna Abde (12) CA Osasuna Pierre-Gabriel (18) RCD Espanyol Gorka Leiza

El otro danés. Con diez jugadores cada equipo, como el día del Rayo Vallecano (0-2) en la jornada 2, Osasuna se organizó mejor en el campo y rondó el segundo. No en oportunidades, sino en aproximaciones, pero el fútbol es tan inexplicable que el Espanyol empató justo cuando Diego Martínez iba a dar entrada a Gragera y Denis Suárez, dos de los fichajes, gracias a un centro desde la posición de extremo derecho de Cabrera, central izquierdo. Su golpeo, duro, seco, con veneno lo aprovechó Braithwaite, tras control de Puado, para remachar. No podía falta el danés a la cita con otro danés e histórico en la grada, Lauridsen.

La vía Darder. El 1-1 medio contento a ambos, que hicieron amagos de ir a por el partido pero sin descuidar la guardia. Un duelo con una expulsión, de poco brillo y espeso podía deparar un empate que seguía llenando el saco de ambos equipos. Debutaron Gragera y Denis Suárez, y Diego Martínez pobló el equipo de centrocampistas. Antes ausentes, ahora mayoritarios. Pese a ello, al Espanyol le costó atacar ordenado, vació los costados y solo creó peligro en las botas de un Darder que es un sistema ofensivo en sí mismo pero terminó exhausto, con las medias bajadas y por momentos respirando detenido en el centro del campo. El punto no saca al Espanyol de pobre, pero es un mal menor en otro encuentro accidentado y lleno de situaciones inexplicables.

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