Una solución para Güler
El turco ya trabaja al ritmo del resto, pero Ancelotti y Pintus preparan para él una mini-pretemporada individual para potenciarle antes de que debute, probablemente en noviembre.
El entrenamiento del lunes en Valdebebas dio buenas noticias a Ancelotti por partida doble: pudo contar con Alaba y con Güler en la sesión al ritmo del resto. El primero estará disponible en el Pizjuán para enfrentarse al Sevilla el sábado; el segundo está oficialmente recuperado de su rotura muscular en el recto anterior izquierdo y, de ser imprescindible, podría ir convocado a Sevilla, pero es poco probable en estos momentos. Si lo hace, será para integrarse en su primer viaje del equipo (pretemporada aparte), pero sin opciones reales de jugar. Una vez que el turco está apto para trabajar sin problemas físicos, toca un plan especial para que se ponga a tono y pueda demostrar, a partir de noviembre, todo el talento que hizo que el Real Madrid pagase 20 millones de euros fijos (y otros 10 que pueden llegar por objetivos) al Fenerbahçe el pasado verano por un chico de apenas 18 años.
El camino de Güler hasta el momento en el Real Madrid no ha sido fácil. Se quitó vacaciones para empezar antes a trabajar a las órdenes de Ancelotti, que no tardó en tomar nota del talento del turco: “Hace cosas increíbles”, comentó el técnico italiano a sus ayudantes durante los primeros días de trabajo en Valdebebas, allá por julio. Aunque al mismo tiempo, en el cuerpo técnico compartieron un pensamiento generalizado: su físico, aún muy aniñado, juega en su contra para empezar a competir al primer nivel europeo. De ahí que, ya desde entonces, se idease para él un plan de trabajo que progresivamente vaya haciendo que su físico gane corpulencia, aunque sin sacrificar sus cualidades futbolísticas. Un plan similar al que ya siguió Rodrygo en su día: el niño que llegó procedente del Santos tiene muy poco que ver con el jugador que es a día de hoy.
Pero, en cualquier caso, la idea de Carletto era tirar de Güler desde el principio, como centrocampista o como otro miembro del ataque (en Turquía, su posición predilecta era la de falso extremo derecho, con constante tendencia a marcharse hacia el centro). Sin embargo, unas molestias en la rodilla en la rodilla derecha impidieron que pudiese jugar siquiera alguno de los cuatro amistosos que los blancos disputaron en Estados Unidos. Las pruebas revelaron una rotura de menisco que en un principio se quiso tratar de forma conservadora, pero la falta de mejora llevó a Güler a pasar por el quirófano para retirar los trozos de menisco que generaban el dolor. Una cirugía sencilla con recuperación rápida que llevó al turco a estar en disposición de entrar en la lista del Madrid-Las Palmas del pasado 27 de septiembre.
Güler piensa en noviembre
El propio Ancelotti dio por segura su convocatoria en rueda de prensa, pero después se enteró de las malas noticias: una lesión en el recto anterior izquierdo le tendría fuera otras tres o cuatro semanas. Han sido sólo tres al final, Güler muestra una cierta tendencia a los problemas físicos (a sus 18 años, ya se ha perdido 29 partidos en los dos clubes en que ha jugado por problemas físicos), pero también facilidad para recuperarse. De cualquier forma, en el Madrid le han visto las orejas al lobo y van a actuar con cautela: Güler iniciará ahora una suerte de mini-pretemporada personal, combinando trabajo en solitario y con el grupo, para ponerse a punto e intentar igualar todo lo posible sus condiciones a las del resto de sus compañeros, que en su mayoría ya vuelan a velocidad de crucero.
La vuelta de Güler no llega en el mejor momento para él, en términos de entrada en el equipo, lo cual también justifica aún más el plan del Madrid con él para las próximas semanas: el equipo de Ancelotti encadena ahora tres visitas consecutivas, a Sevilla (21 de octubre), Braga (24-O) y Barcelona (28-O). Un campo siempre complicado como el Pizjuán, un duelo de Champions y el Clásico en Montjuïc, nada menos. El concurso con algunos minutos de Güler en este tramo no es imposible, pero sí es altamente improbable. El plan pasa por que su debut llegue ya en noviembre, cuando el Madrid encadenará tres partidos en casa antes del nuevo parón de selecciones, el último de 2023: Rayo Vallecano (5-N), Braga (8-N) y Valencia (11-N). Para entonces, Carletto quiere tener a Güler al 100%. Hasta entonces, el turco ya sabe que en las próximas semanas toca mucho gimnasio y carrera para cargar las pilas, si las lesiones deciden dejar de cebarse con él de una vez.
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