Una Liga de cine y videojuego

En la nueva era de LaLiga se ha querido revolucionar las retransmisiones televisivas para acercarse a los espectadores. Los aficionados que ven esta temporada el fútbol por televisión se están sintiendo más inmersos en el espectáculo con las nuevas técnicas que recuerdan al cine y a los videojuegos. Los clubes se han dado cuenta que la inercia de la última década (no enfocar a los palcos o que no se escuche a los entrenadores) no era el camino correcto para maximizar los ingresos en esta industria.

Los equipos llegaron en agosto a un acuerdo (a excepción del Real Madrid) de remodelar el sistema del reparto de los derechos audiovisuales. Cuanto más aporte a las retransmisiones (permitiendo acceso a lugares hasta ahora sagrados como los vestuarios, dejando que los jugadores puedan ser entrevistados en el descanso, juntando a futbolistas de distintos equipos en el postpartido para analizar el choque o incluso colando un micrófono en las charlas de los entrenadores durante los parones de hidratación), más dinero ganarán. Se está apostando por métodos parecidos a los del baloncesto y al norteamericano que tanto se demandaba por el espectador. Ante tanto avance, no se descarta que en un futuro se pueda poner un micrófono en las camisetas de los futbolistas para escuchar lo que dicen durante los partidos, algo que ya se ha probado, pero que todavía no se ha mostrado al público.

Pero las novedades no solo han quedado ahí. También en la forma de retransmitir los partidos. Se ha apostado por nuevos grafismos, muchos más dinámicos y coloridos, que recuerdan al juego EA Sports FC. Un ejemplo es la presentación de las alineaciones, que se hacen con las cartas de cada futbolista en el videojuego. Una forma de llamar la atención y fidelidad de fan más joven.

Las ópticas también buscan mostrar una nueva mirada al espectador. De ahí que en cada partido se utilicen entre 19 (plan básico) y 30 cámaras (como en los Clásicos). Se quiere especialmente tomas que transmitan al aficionado estar viviendo ciertos momentos del partido en primera persona. Para los lanzamientos de penalti se ha permitido un permiso para bajar hasta los tres metros sobre el césped la spydercam, una de las señas de identidad de la LaLiga. Con ella se ofrece una toma trasera que permite al espectador ver el tiro casi igual que el resto de jugadores, evocando (otra vez) al videojuego. Además, se redobla la apuesta por las cámaras de cine y técnicas que se usan en la gran pantalla.

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