REAL MADRID

Una defensa sin defensa

La retaguardia del Madrid fue un azucarillo ante el Barça y confirma unos síntomas preocupantes que se deben atajar de raíz. La intensidad y los “regalos”, a juicio. Nacho, la alternativa.

GIUSEPPE CACACEAFP

La deconstrucción del Real Madrid en el King Fahd de Riad comenzó donde se cimentaba su éxito no hace tanto, en su línea defensiva. Los blancos, acostumbrados a penalizar fallos rivales en noches grandes, envolvieron tres autorretratos que Pedri, Lewandowski y, sobre todo, Gavi, se encargaron de quitar el lazo. Y regalar en una final es la peor de las tácticas. Como entrante, Rüdiger fue enemigo de Camavinga con un envío cortado por Busquets que terminó en un abrir y cerrar de ojos en el primero de la noche. Carvajal y Militao se pasaron de optimismo, mientras De Jong tiraba de voluntad en un balón dividido con el que Gavi y Lewandowski se invertían los papeles para colocar el segundo. De postre, un fallo de Ceballos articuló una comodísima contra donde (otra vez) Gavi y Pedri caminaron por el área blanca como si del jardín de casa se tratase. Tres errores que ilustran la actuación de una defensa, la del Madrid, que no tuvo defensa.

Ancelotti, cariacontecido, entonaba el nostra culpa en sala de prensa, verbalizando lo anterior: “Hicimos regalos en los dos primeros goles”. No es la primera vez que esos fallos puntuales protagonizan declaraciones del técnico de Reggiolo esta campaña. ¿Cómo se resuelve el problema? “Evitar regalos es lo primero, porque hemos regalado los primeros dos”, insistía. “Y después jugar como un equipo. Y mejorar la condición”, apostillaba. Porque muchos de los problemas de este Madrid posQatar están viniendo por ahí, por un estado físico menor. En la capital saudí, los futbolistas del Barça iban a otra velocidad, con otra intensidad, algo que también reconoció Carletto. Amén de otros debes: “El equipo ha tenido poca intensidad, poco acierto, ha tenido 25 pérdidas en la primera parte. Ha sido poco contundente en el uno contra uno. Ha sido un partido incompleto en todas las facetas”. El mejor resumen. Hay un dato que explica ese déficit de pasión a la hora de luchar por la posesión: los azulgrana ganaron 45 duelos, el Madrid solo 30. Gavi, infatigable, se apuntó 10, un tercio de las disputas en las que salieron triunfantes los 15 jugadores utilizados por Ancelotti. Ese llegar tarde continuo, por ejemplo, se convirtió en el citado 2-0...

Busquets se adelanta a Camavinga tras un pase defectuoso de Rüdiger. Acción donde se gesta el gol de Gavi.STREFE

Militao, a pesar de aparecer en una de las fotos, demostró ser el defensa más en forma del equipo blanco en estos momentos. Se las tuvo tiesas con Lewandowski, le sacó de sus casillas en alguna ocasión y salvó la papeleta. Un papel que destaca, especialmente, si se utiliza la comparación. Mendy por momentos pareció esa roca que se resiste a derrumbarse de la titularidad, en una primera parte donde Dembélé y él se tutearon, pero el físico le fue abandonando y en el segundo tiempo aparecieron demasiadas costuras en un futbolista que no puede penalizar en campo propio. Y la pareja que terminó con más jirones el superClásico la forman Carvajal y Rüdiger. El leganense está lejos de su tono físico óptimo (primera titularidad tras su última lesión) y se deshilachó ante Gavi y un Balde que le sacó los colores en una cabalgada en los segundos 45 minutos. Solamente ganó dos de las siete disputas que enfrentó, un 28% de acierto...

De Rüdiger a Nacho

Mientras que Rüdiger desaprovechó una oportunidad de oro para arrebatarle el puesto a un Alaba que ha visto desde casa cómo su ausencia no le hace perder galones, al contrario. El alemán, que regaló sensaciones positivas en el primer tramo del curso, instalando ese debate acerca de quién debería acompañar al inamovible Militao en el centro de la zaga, ha dado pasos hacia atrás en Arabia. Con empate en el marcador, perdió la marca de Araújo en una jugada a balón parado que terminó en susto. Luego llegaría el error en la salida que supuso el 0-1 y una sensación de inseguridad impropia en un futbolista de su experiencia, caché y posibilidades. Un fichaje que parecía garantía total y que ha perdido fuelle en un escenario, la Final Four de la Supercopa de España, que debería haberle servido como lanzadera.

Con semejante cúmulo de interrogantes, Nacho, una certeza perenne, no entró al campo hasta el 72′. Un ‘defensa pesimista’ que cumplió en semifinales como lateral izquierdo; fue, como central, de las pocas destacadas del Madrid en el duelo copero ante el Cacereño; y apareció en los minutos ante el Barça como sustituto de Carvajal para tratar de vendar una herida que ya había sangrado demasiado. El canterano se encuentra en una temporada complicada, donde su minutaje flaquea más que nunca (642′ a estas alturas). No obstante, en una retaguardia que se disuelve como un azucarillo en cuanto el rival aprieta, su solvencia aparece como clavo ardiendo.

A la cola de LaLiga

Las lagunas atrás no son algo puntual. En Liga, según Olocip, el Real Madrid es 15º en eficacia defensiva, solo la Real Sociedad, el Girona, el Valencia y el Celta presentan peores números. Hay que atajar de raíz para que la fuga de agua de no se convierta en mal endémico. La receta para recuperar la senda del éxito la tiene clara Ancelotti: “Los jugadores se deben dar cuenta de que estos errores son fáciles de evitar”. Para buscar el sobresaliente, hay que asegurarse el aprobado sin florituras. Sin regalos. Courtois, que solo ha logrado acumular cuatro porterías a cero en los 19 partidos que ha disputado, a pesar de sus incontables milagros, lo agradecería.

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