Un Trofeo denostado por el actual Real Valladolid
El Real Valladolid se impuso ayer al AVS portugués en el 50 aniversario del Trofeo Ciudad de Valladolid en un encuentro que, deportivamente, cumplió con sus objetivos, pero que institucionalmente dio la sensación de que la entidad lo celebraba por obligación, como así es. Dentro del convenio que todavía está vigente, porque el nuevo acuerdo con un estadio totalmente remozado por 25 millones que hará el señor Carnero no acaba de ver la luz, se encuentra la obligación del arrendatario, el Real Valladolid, de organizar y jugar este torneo, a cambio de una subvención. Y así, a regañadientes, con un rival que no era el más atractivo, en una tarde de noviembre, el club de Ronaldo saldó el compromiso de este año con 3.212 espectadores en las gradas.
Habrá quien me dirá que los torneos de presentación, los trofeos de los clubes, ya han pasado a mejor vida en la mayoría de las entidades, pero mal de muchos no puede ser consuelo de tontos. Incluso compro que, ahora, con la formación de las plantillas en los últimos días de los mercados no tiene sentido hacer partidos de presentación antes de empezar la Liga, pero todo depende de cómo te lo tomes. Si tú, con tus gestos, demuestras que no tienes interés, la gente lo ve. Y al actual Real Valladolid el Trofeo le estorba, aunque sea el 50 aniversario. Tanto le molesta que en las negociaciones, al menos, con el anterior equipo de gobierno, una de las peticiones era dejar de realizar este torneo, entre otras muchas. Algunas de ellas, por cierto, sorprendentes por lo insólitas. No, al club, a los actuales dirigentes, no les interesa el Trofeo Ciudad de Valladolid.
Y existirá la tentación de decir que a la afición tampoco. Y, ahí, no estoy de acuerdo. A los blanquivioletas, sufridores abnegados, les encantaría ir a ver a los suyos, a disfrutar de su trofeo, si la hora fuera más propicia para los comerciantes, aunque así se facilitó la presencia de niños, si el rival fuera de campanillas y no diera la sensación de que venía como parte del traspaso veraniego de Tunde al conjunto portugués o si el presidente, Ronaldo Nazário, ausente de nuevo, avalara con su presencia un día que debería ser importante para el Real Valladolid. ¿Alguien piensa que Florentino Pérez o Joan Laporta no presenciaran sus respectivos torneos, salvo causa de fuerza mayor?
Les contaré algo personal. Por primera vez en 17 años acudí a Zorrilla como “civil”, a mi localidad, con mi hija de 12 años, y mi emoción era indescriptible, pese a la hora, al rival, al ambiente... Ella, Sofía, abonada casi desde que nació, cuando puede suele ir con su madre o con su abuelo a ver al Pucela y es muy forofa, muy sufridora, pero ayer era un día especial para los dos. Y cada rato me recordaba que en Liga el ambiente es mucho mayor y me preguntaba por el sentido del trofeo. Lógico. Y yo, como si de un profesor se tratará, le explicaba que este Trofeo Ciudad de Valladolid, en otro tiempo, fue importante. Que lo jugaron el Barça y el Atlético de Madrid, pero también los brasileños Cruzeiro, el Gremio, el Palmeiras, el Colo-Colo chileno, el Nacional uruguayo, el ucraniano Dinamos de Kiev, el Boavista portugués e, incluso, el argentino Boca Juniors o la selección de Japón, entre otros. Y que si bien no se había disputado en tres ocasiones, llegó a ser un campeonato de cuatro equipos, cuando la ciudad se paraba para ver a grandes equipos mundiales disputar ese torneo. Cuando el Trofeo era ilusión. Y, ella, inocente, me preguntaba ¿por qué ahora no es así? Y yo no quise contestarle... para mantener esa parte de su inocencia.
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