Un tecnicismo legal salva la clausura del Villamarín
No puede sancionarse el acto vandálico del derbi copero dos veces y prevalece el castigo de Antiviolencia, que estima los hechos como muy graves
Un tecnicismo legal benefició al Betis en su persistente intento de evitar la clausura de dos partidos del Benito Villamarín, tras el acto vandálico que provocó el impacto de una barra de PVC en el rostro de Jordán durante el derbi copero del pasado 15 de enero. Prevaleció la propuesta de Antiviolencia, que consideró los hechos muy graves, frente a la resolución del Comité de Apelación, la vía disciplinaria deportiva, que estimaba el relato de lo ocurrido como grave. El Tribunal Administrativo del Deporte (TAD) explicó que no se puede sancionar dos veces lo mismo. En ningún caso, se consideró inocente al club verdiblanco, ya que ambos preceptos regulan la omisión de medidas de seguridad por parte del organizador.
En la resolución del pasado 2 de septiembre, el TAD estimó el recurso del Betis contra el propio dictamen de Apelación de la Federación Española de Fútbol, que solicitaba el cierre parcial del estadio bético durante dos partidos, según Iusport. El Juez de Competición había considerado probado, “a la vista de los hechos contemplados constatados en el presente expediente”, que las medidas tomadas por el Betis para la prevención de incidentes de público se mostraron “insuficientes”.
Entonces, Apelación corrigió la sanción de clausura total y la reemplazó por el cierre parcial del Benito Villamarín, acotado a la zona completa del sector de animación desde donde se realizó el lanzamiento del objeto que impactó en el jugador del Sevilla. Conforme a la interpretación, el TAD procede a la aplicación de lo previsto en el artículo 38.4 b) de la Ley 19/2007, con el archivo del procedimiento disciplinario deportivo sin sanción.
Esto se explica porque el principio non bis in idem recomienda no sancionar por partida doble. La Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia del Deporte, órgano adscrito al Ministerio de Cultura y Deporte, pero integrado también por miembros de otros ministerios, había propuesto una sanción de 150.000 euros y el cierre del estadio durante un mes. El Ministerio finalmente castigó al Betis con 60.000, 01 euros, el grado mínimo para hechos muy graves. La reducción del 40 por ciento por cumplimiento voluntario y asunción de responsabilidad dejó el pago en 36.000 euros.