ESPANYOL - ALMERÍA

Un millar de pericos y una sola voz: “Directiva dimisión”

Los grupos sociales organizacion una manifestación antes del partido en contra de la gestión del Consejo y contra el estamento arbitral. Tebas y Roures también fueron criticados.

Aún el reloj no llegaba a las 20:00, hora marcada junto a la Estatua de la Afición en los aledaños del RCDE Stadium para iniciar una manifestación en contra del Consejo y de los arbitrajes, y los gritos ya se escuchaban desde el otro lado del estadio. “Directiva dimisión”, “Chen vete ya”, “Corrupción en la Federación”. Hay un sentimiento reprimido en el Espanyol, labrado durante varias temporadas en los que la gestión del propietario, Chen Yansheng, ha sido deficiente y se ha consumado con el segundo descenso en apenas tres años y una deriva deportiva que se ha saldado con ocho entrenadores.

Poco a poco se fueron sumando pericos, todos ellos vestidos de negro como informó la Federació Catalana de Penyes, y con un silbato en mano. Había niños, abuelos, padres, madres y mucho veiteañero, incluso el que fuera vicepresidente de la entidad, Sergio Oliveró, que ojeaba y aplaudía la indignación perica. La pancarta más grande iba en contra de Chen: “Directiva dimisión”. La secundaria, en contra de su gestión y la de sus acólitos: “Juntos en contra de esta gestión”. Y la tercera, en uno de los muros junto al estadio, se cebaba con Javier Tebas, presidente de LaLiga, y Jaume Roures, dueño de Mediapro: “Tebas, payaso. Tu Liga es un fracaso. LFP Mafia. Roures bastardo”.

El número fue creciento y alcanzó el millar. Justo antes de que se desperdigaran, sobre las 20:15, para acceder al estadio, se puede visualizar otras pancartas más discretas, como la de “Catoira dimisión”. Al director deportivo se le achaca la confección de una plantilla desequilibrada que no mejoró con el mercado invernal, y su ausencia pública en los momentos delicados.

Una vez dentro del estadio, cuando aún la mayoría de los aficionados se encontraban en los exteriores y Almería y Espanyol iniciaban el calentamiento, los silbatos que se repartieron se hicieron notar. Una iniciativa que secundó la plantilla después sobre el césped en señal de protesta por los dos últimos arbitrajes especialmente (el gol concedido a Antoine Griezmann ante el Atlético sin una imagen nítida que se viera que el balón entró y los tres errores de Mestalla que sentenciaron al equipo). El ambiente empezaron muy caldeados en uno de los encuentros clave de las 21:00 por la salvación.

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