Un Mbappé vitaminado

En Balaídos, ante el mejor Celta en tiempo, Kylian Mbappé y Lucas Vázquez vuelven a la casilla de salida. El primero, tras una minipretemporada que pretende aliviar los efectos de un verano casi sin descanso que le ha costado críticas feroces en Francia por arrojarse de esta ventana FIFA y después de una semana difícil a cuenta de su viaje a Estocolmo. El segundo, porque pasa de recambio a titularísimo y con obligación de volverse de acero en su condición de único lateral derecho disponible en la plantilla. También regresa Courtois, baja ante Lille y Villarreal (sigue el partido en directo en AS.com).

Este ha sido, para el Madrid, el Virus FIFA más suave de los últimos años. Es cierto que ha perdido a nueve jugadores durante casi dos semanas (Bellingham, Camavinga, Tchouameni, Rodrygo, Endrick, Rüdiger, Arda Güler, Valverde y Modric), pero por unas razones o por otras Ancelotti ha podido contar con futbolistas habituales con sus selecciones: Courtois, Mendy, Militao, Vinicius, Lunin, Brahim o el propio Mbappé, al margen de los lesionados de larga duración (Carvajal y Alaba). Así que el impacto sobre la plantilla aparentemente es menor que en ocasiones anteriores.

El caso de Mbappé es especialmente significativo. Su primer entrenamiento con el Madrid fue el 8 de agosto y el 14 ya estaba jugando la Supercopa ante el Atalanta. El irregular comienzo del equipo obligó a Ancelotti a exprimirle mucho en los primeros meses. De hecho, hasta su ausencia ante el Atlético, solo había dejado de jugar veinte minutos. Ahora, en dos meses de competición, suma casi 900. En ese tiempo ha mantenido sus cifras goleadoras (siete), aunque sin el aire de jugador dominante que le trajo al Madrid: lidera, junto a Lewandowski, el ranking de remates en la Liga, pero con la mitad de efectividad, y en participación en el juego está por detrás de Vinicius, Rodrygo y Bellingham. Ancelotti cree que estas dos semanas de preparación especial marcarán su despegue.

La hora de Lucas Vázquez

También empieza otra vida para Lucas Vázquez. Extremo de cuna, fue Rafa Benítez quien le utilizó hace ya nueve años por primera vez como lateral. Luego lo haría Zidane ocasionalmente. Para Ancelotti no ha tenido, salvo contadas excepciones, otro rol. El de Balaídos será su partido número 115 en el puesto, currículum suficiente para inspirar confianza en el club.

El Celta es la antesala de dos duelos cruciales para el equipo, ante Borussia Dortmund y Barça. Eso puede condicionar su alineación de hoy. Pinta que los más castigados, como Modric, descansarán, y quizá también lo hagan Valverde y Rodrygo, lastrados por viajes transoceánicos, con opciones de un centro del campo de cuatro: Güler, Camavinga, Tchouameni y Bellingham.

El Celta llega al partido con buenas y malas noticias. La peor, las ausencias por sanción de Ilaix Moriba y Iago Aspas, expulsados en Las Palmas. En el lado amable, y al margen de la recuperación de Jailson y Bamba, está el buen juego de un equipo sin apenas refuerzos. En verano solo llegaron los cedidos Moriba y Borja Iglesias, más Marcos Alonso como agente libre. El resto lo ha puesto la cantera, empezando por su técnico, Alberto Giráldez, un año más joven que Aspas, quien, procedente del filial, tomó al equipo en la jornada 29 de la pasada Liga con solo dos puntos de margen sobre el descenso y lo dejó undécimo. Esta misma semana el club le ha renovado hasta 2027.

Giráldez jugó en la cantera del Real Madrid como lateral zurdo y llegó a disputar un partido con el Castilla entrenado por Mandiá. Allí coincidió con Adán, Parejo, Mosquera, Bueno o José Callejón. También estuvo en el filial del Atlético con Koke y De Gea. Después de jugar en varios clubes gallegos, se retiró en 2019 y a partir de ahí empezó a entrenar en la cantera del Celta. La mala marcha del equipo con Benítez le ofreció una oportunidad y la aprovechó con lo que había en la casa. Hasta diez canteranos ha puesto desde su llegada. Su antecesor, en el penúltimo partido antes de ser destituido, frente el Almería, alineó el primer once sin ningún jugador de la academia celeste en 675 partidos.

Goleador y goleado

“La idiosincrasia del Celta es ser valiente y propositivo. Yo lo he mamado desde que, de niño, iba a ver a Mostovoi, Karpin o Borja Oubiña, y luego al propio Iago Aspas”, explica. Y lo cumple. Tres canteranos, Hugo Álvarez, Javi Rodríguez y Damián Rodríguez, todos de 21 años, están entre los seis jugadores con más minutos. Ese arrojo en las alineaciones también tiene su reflejo en el juego: sexto en posesión, cuarto anotador, solo por detrás de Barça, Madrid y Villarreal, y sumamente eficaz, hasta el punto de que convierte en gol uno de cada cinco disparos. Solo el Barça supera ese registro. De ahí que las cuentas le salgan pese a ser el cuarto equipo que más tantos encaja. El Celta comenzó la jornada noveno, con 13 puntos en nueve jornadas, siete por encima del descenso y solo a uno de Europa en medio del entusiasmo de Balaídos, cuya afición ha pasado muy malos tragos. Desde el último ascenso del equipo, en 2012, al menos en siete temporadas ha visto amenazada la permanencia.

Aunque menos que el Madrid, el Celta también se ha visto afectado por la ventana FIFA. Williot Swedberg, Douvikas, Hugo Álvarez y Mingueza han tenido compromisos internacionales, pero todos estarán listos para hoy. Bamba será probablemente el sustituto de Aspas en un partido muy comprometido. Y es que el Madrid lleva sin perder contra el equipo celeste desde 2017, en unos cuartos de final de Copa, y en Liga no lo hace desde hace 10 años, cuando el Celta, dirigido entonces por Luis Enrique, se impuso por 2-0. Ancelotti ya era el técnico madridista aquel día. Ahora los blancos enlazan ocho victorias seguidas, en las que marcaron 23 goles. No hay prueba más exigente para Giráldez.

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