Un lobo polaco en Vitoria

El Barcelona aprendió la lección de El Sadar y no dio opción al Alavés, al que liquidó en una media hora vertiginosa que le sirvió para llevarse el triunfo en Mendizorroza por 0-3, con triplete de Lewandowski en 26 minutos (los que van del 7 al 36) y marcharse tan campante al parón de selecciones como líder sólido de la tabla, con tres puntos más que el Real Madrid, que ayer con su victoria ante el Villarreal puso presión a los blaugrana.

A los entrenadores, y más si son gente sensata como García Plaza y Flick, hay que escucharles. Porque acostumbran a tener razón. Dos de las sentencias que dijeron los técnicos de Alavés y Barcelona en la previa quedaron confirmadas desde el inicio. La primera corresponde a García Plaza, que dijo que “el Barça es un bicharraco” y la otra, a Flick: “hemos aprendido de lo que pasó en Pamplona”. En media hora de partido, ambas frases estaban ya más que ratificadas.

El equipo blaugrana salió en tromba y sin distracciones en Mendizorroza. Sin dar opción al Alavés, que no pudo tomarse las confianzas que asumió Osasuna hace una semana. A los cuatro minutos le anulaban un gol a Raphinha por fuera de juego, pero el rodillo seguía en marcha. Ni la lesión de Ferran Torres a los cinco minutos de juego cambió el plan.

El Barça del toque, la paciencia, la posesión y la elaboración no existía en Vitoria. Los de Flick eran un ciclón que buscaba la portería de Sivera como una jauría de lobos. Y el más voraz de todos era Lewandowski, que a los 33 minutos ya sumaba tres goles. El primero al rematar de cabeza una falta sacada por Raphinha, el segundo, en un contragolpe vertiginoso de nuevo conducido por el brasileño, que está descomunal. Y el tercero tras asistencia de Eric García, que había salido por el lesionado Ferran, que le filtró un pase a la espalda de los centrales vascos.

El Barça ni quiere ni sabe gestionar las ventajas, el equipo blaugrana siguió jugando a pecho descubierto, buscando más el cuarto gol que dormir el partido. El cuarto y el quinto pudieron llegar antes de que acabara la primera parte, pero Raphinha falló un nuevo contragolpe quedándose solo ante Sivera, que repitió paradón ante Lewandowski y en un fallo clamoroso de Pedri, que falló un remate sencillísimo a dos metros de la portería tras un saque de esquina.

El Barça perdonó dos veces y el Alavés, que ya demostró hace diez días ante el Real Madrid que un 3-0 no les desanima lo más mínimo, amenazó con un gol al final de la primera parte de Toni Martínez que el VAR anuló por fuera de juego de Tenaglia.

La segunda parte se inició con un Barça muy bolo, mientras que el Alavés subió un par de marchas su agresividad y empezó a cercar la portería de un Iñaki Peña al que la sombra de Szczesny le empieza a pesar mucho. Inseguro en las salidas y nervioso bajo palos, el poste y la mala puntería de los atacantes locales le salvó de encajar el primero, el portero de emergencia del Barça no despejó dudas.

Viviendo de las rentas de la primera parte, Flick trató de reorganizar el equipo retirando a Lamine Yamal y Héctor Fort para dar entrada a Ansu y a Koundé, que hasta ahora lo había jugado todo. El Barça reaccionó de la mano de Ansu Fati, al que un paradón de Sivera le negó el gol que tanto necesitaba en primera instancia y un minuto después chutó al palo.

El partido pasó de la fase de toma y daca a la de que ambos equipos parecían conformarse con lo que estaba ocurriendo sobre el campo y empezaron a pensar en lo que viene, que en el caso del Barça, no es poca cosa. Sólo Raphinha, que está en modo Demonio de Tasmania, quería más y en el minuto 93 abroncó a casadó por no darle un balón al espacio. La jauría de Flick se va líder al parón y el macho alfa de este grupo es un polaco al que lanza un brasileño incansable.

Sigue el canal de Diario AS en WhatsApp, donde encontrarás todo el deporte en un solo espacio: la actualidad del día, la agenda con la última hora de los eventos deportivos más importantes, las imágenes más destacadas, la opinión de las mejores firmas de AS, reportajes, vídeos, y algo de humor de vez en cuando.