Un líder en el laberinto

Los sueños del Girona llegan a Sevilla para desafiar la fortaleza que supo fabricar el Betis de Pellegrini (sigue el partido en directo en AS.com). Nadie conquistó el Villamarín en lo que va de Liga. No lo lograron ni Atlético de Madrid ni Real Madrid. Ni siquiera marcaron. Pero el equipo de Míchel está hecho de pedacitos de gloria. Sólo se dejó siete puntos hasta el momento en lo que va de campeonato y pretende seguir escribiendo páginas de historia. No pierde desde que lo hiciera ante el Real Madrid en septiembre. No cae el Betis en Liga desde que lo hiciera ante el Barcelona ese mismo mes. Hay un líder en el laberinto inventado por Pellegrini a las puertas de una Navidad que amenaza con expectativas disparadas para ambos. Hay mucha esperanza y pocos límites en el deseo del Girona. Hay un amago de melancolía en el sentir del Betis.

Los goles encienden la luz en el fútbol y en eso Betis y Girona viven historias opuestas. Nadie marca más goles que el equipo de Míchel en esta Liga. Los verdiblancos, sin embargo, añoran esa pegada que antes sí parecía estar de su lado. Los momentos de sus nueves lo dicen todo. Dovbyk suma diez goles y su coste parece ahora un regalo. En Heliópolis Willian José amaga con más y Borja Iglesias sigue en su búsqueda de sí mismo. El Panda marcó la campaña pasada dos dobletes ante el Girona que significaron seis puntos. Aún no se estrenó en esta Liga. Pero para Pellegrini nunca se cierra la esperanza de volver a creer. Y el ariete gallego sabe mucho de volver a ser el que siempre quiso ser.

El Betis desafía al líder sin su líder. No estará Isco por sanción y Pellegrini traza líneas de improvisación para encontrar un candidato capaz de hacer todo lo que hace el malagueño. No lo tiene. Pero inventará, como hizo en tantas ocasiones durante esta campaña. Sí tiene a Marc Roca para dar consistencia a su tocada medular mientras resuelve el puzle de un ataque con demasiados interrogantes. ¿Se vestirá Assane de nueve? El canterano es valentía y la necesita este Betis que ansía los goles de antaño. Abde y Ayoze ponen el desenfreno y la locura. Necesitará todo eso el cuadro verdiblanco si pretende deshacer a este Girona que se viste de intocable y se disfraza de invencible.

Míchel tiene a los suyos en plenitud física y mental. Quiere creer y de momento lo hace. Su esquema repetirá base con el recién renovado David López en la zaga y un abanico enorme de piezas verticales sobre el césped. Yan Couto y Miguel Gutiérrez vuelan convertidos en carrileros, en interiores y en destructores. De ahí nace el plan difícil de controlar de un Girona cuyos hilos mueven a su antojo Aleix García e Iván Martín. No hay frenos a la vista ni para el equipo catalán ni para un Dovbyk que sorprende al mundo como ese nueve que salió de la nada y que ahora lo quiere todo. No estará Tsygankov, pero Míchel tiene herramientas de sobra para suplirlo. El líder desea ser imparable y el Villamarín prueba su fiabilidad. ¿Es su momento para ser candidato a todo?

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