Un cierre de 2023 terrible

Perder con el Madrid en Mendizorroza no es un problema, era previsible. Lo que duele es hacerlo de semejante forma, contra diez y en un córner en el que todos fijan las marcas en los grandes y dejan solo al pequeño, a Lucas. Realmente lo malo es caer hace dos semanas con Las Palmas. Los puestos de descenso se acercan peligrosamente en Vitoria porque los demás no fallan, especialmente el Celta que sopla ya en el cogote. García Plaza insiste que habrá que sudar sangre para conseguir la permanencia. Es imposible no sufrir cuando estás en los puestos de abajo.

El calendario es inmisericorde. El lunes se perdió 3-0 contra el Girona en Montilivi, el jueves ante el todopoderoso Real Madrid en Mendizorroza y el 2 de enero llega la visita a San Sebastián. Son el Aubisque, el Tourmalet y el Peyresourde, así, encadenados. Etapa pirenaica de gran exigencia. Hay que pasar por todos los terrenos, unos y otros acaban enfrentándose entre sí a lo largo de la temporada pero el cierre de 2023 y la llegada del 2024 es terrible para los albiazules.

El mercado invernal será clave para el futuro de este equipo. Habrá salidas como, seguramente, la de Karrikaburu y entradas. Se busca desesperadamente un central tras la lesión de Sedlar y la previsible marcha de Abqar a la Copa de África con la selección de Marruecos. La ausencia en enero y febrero de Owono con Guinea-Ecuatorial, será paliada por el portero del filial. Adrián Rodríguez lleva tiempo entrenando con la primera plantilla del Glorioso.

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