Tocado por una varita
Umar Sadiq fue lo más destacado del empate de la Real Sociedad contra el Atlético de Madrid. En clave txuri-urdin. Que ya se que para los aficionados colchoneros el nombre propio del partido es el colegiado Soto Grado. Razón para quejarse no les falta. Pero tampoco el equipo donostiarra, porque tanto Saúl como De Paul no tenían que haber acabado la primera parte al haber protagonizado dos jugadas más que susceptibles de ver su segunda amarilla. Que se lo pregunten a Merino y Silva, que han sufrido sus entradas. Pero al margen de la actuación del colegiado, todos los focos del partido deben estar sobre el delantero nigeriano.
El debut de Umar Sadiq con la Real Sociedad ha sido literalmente explosivo. Este chico está tocado con una varita mágica. Ya antes de salir al terreno de juego tenía metida en el bolsillo a la grada. El Reale Arena ha rugido cuando ha salido a calentar como no recuerdo con otro fichaje. Y nada más salir, cada pelota que tocaba era respondida con gritos por los aficionados de la Real. Estaban literalmente entregados a la causa del nuevo fichaje. Ilusiona, y se nota. Y encima, como si fuera un buen guion de película, marca el gol del empate. Se veía venir. Ese carácter tan descarado sólo podía llevarle a ser el gran protagonista del empate. Tan rendido estaba todo el mundo que ni hasta el VAR quiso ver si su remate había sido con la cabeza o el hombro.
Sadiq remató un buen partido de la Real, que dio un paso adelante en el apartado físico, demostrado que está preparado para ir al Old Trafford y plantar cara a todo un Manchester United. Los últimos diez minutos sufrió, claro; pero es que hasta entonces se vio una Real con la que todos tenemos que ir al fin del mundo. ¡Tiembla Cristiano, llega la Real de Sadiq, que se quiere comer Europa!
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