BARCELONA

Ter Stegen y Oriol Romeu, dos formas de estar bajo sospecha

El portero cometió un error “impropio”, en palabras de Xavi, en el 1-0, y no estuvo atento en el 2-1. El mediocentro, errático, empieza a alimentar dudas que ya existían antes de su llegada.

Marc-André Ter Stegen, 31 años, y Oriol Romeu, 32, fueron los grandes señalados de la mala noche del Barça en Mallorca. El portero alemán, recién renovado hasta 2028, volvió a las andadas, por donde no solía hace tiempo. Un exceso de suficiencia, provocado seguramente por una falta de concentración que no tuvo en ningún momento la temporada pasada, arrastró al equipo a un 1-0 que le puso cuesta arriba la noche. Luego, tampoco estuvo afortunado en el 2-1, donde no estuvo atento al desarrollo de una jugada demasiado simple (Rajkovic-Muriqi-Abdón) como para acabar en gol. Impecable el curso pasado, donde es difícil recordarle algún error, Ter Stegen tuvo una noche para olvidar. Y, seguramente, este Barça no está preparado para eso porque no se recordaban errores tan gruesos del alemán en un mismo partido. Tal vez sea el exceso de azúcar. Pocos días después de que todos resaltaran esa frase de Simeone en uno de los capítulos de la segunda temporada de A New Era, cuando proclama, seguramente para provocar en algún partido contra el Atlético cosas como las de este martes, que Ter Stegen es mejor con el balón en los pies que muchos centrocampistas de Primera, llegó un error muy dañino que, posiblemente, puede costarle el liderato al Barça. Con el sentido de la responsabilidad que suele tener, lo lógico es que Ter Stegen haga autocrítica estos días porque su error supuso una pérdida de puntos y no dejó nada satisfecho a Xavi, que lógicamente era uno de los más molestos por el error del portero alemán. “Impropio”, calificó el entrenador sin dar nombres.

El caso de Oriol Romeu es distinto. Mientras Ter Stegen es intocable en este Barça y una cantada no cambiará nueve años de carrera en los que, más allá de algunos errores graves, que los tiene, se ha ganado el estatus, el mediocentro deja dudas. Desde que volvió a casa procedente del Girona, la crítica le ha elevado como un jugador imprescindible por su sentido posicional. Pero Oriol Romeu llegó tarde cuando más se le esperaba en la acción del 2-1 contra el Mallorca. Y, más allá de eso, y no es la primera vez que sucede, extravió demasiados balones, algunos sencillos. No da seguridad en la salida del juego y tampoco le echa al candado al equipo como algunos querían presumir. Xavi se empeña en él, porque no tiene mucho más. Pidió a Zubimendi y a Kimkich; y Laporta le ninguneó. Así que no es su responsabilidad. Sustituido en la segunda parte como en otras tardes en las que al Barça le ha ido bien así, el puesto de Oriol Romeu está bajo sospecha. Si el de Ulldecona juega con normalidad es porque ningún otro futbolista en el Barça tiene las características de mediocentro posicional del ex jugador del Girona. Pero Xavi deberá calibrar en las próximas semanas qué le da y qué le quita tener un jugador así. Sobre todo, porque el Barça ya no juega con un solo pivote como en épocas de Guardiola y Luis Enrique. Xavi utiliza ese famoso cuadrado en el que construyen dos. Eso hace menos necesario tener un jugador fijo como Romeu. De Mallorca salió tocado y en muchos momentos parece sobrepasado por los partidos. Tener un discurso y leer bien el juego no significa necesariamente hacerlo bien dentro del campo.

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