Sólo faltó el gol en Zorrilla

Real Valladolid y Osasuna firmaron tablas en un duelo con oportunidades, con mucha intensidad y ambición por parte de dos equipos en un buen momento. Los pucelanos ven como se corta su racha de victorias, dos, mientras que los navarros suman su cuarto empate consecutivo a domicilio. Pacheta, por primera vez en la temporada, repitió once inicial con Hongla, en el centro de la defensa, y la sorpresa de que Roque Mesa, eje del equipo blanquivioleta, empezaba en el banquillo, mientras que Jagoba Arrasate tenía que hacer malabares debido a las muchas bajas con las que viajó a Zorrilla. Moncayola ocupó el lateral derecho, mientras que Barja suplia en el extremo izquierdo a Abde.

Mereció mucho más el Real Valladolid en la primera parte donde buscó la portería de Aitor con ahínco, principalmente, por la banda derecha, donde Machís se convirtió en la pesadilla de los rojillos que tuvieron en Aridane y Aitor a sus salvadores. Y eso que en los primeros minutos los de Jagoba estuvieron mejor, pero los tiros de Chimy y Moi se fueron por encima del larguero de Masip. Los pucelanos cogieron el mando del partido tras el minuto 20, cuando el venezolano Machís puso a prueba al meta navarro, por dos ocasiones. Y cuando los pucelanos no castigaban por su banda izquierda buscaba la asociación por dentro, creando problemas a los visitantes. Por la derecha Plata no participó tanto, pero cuando se decidió a encarar a Manu Sánchez se fue hasta la línea de fondo y pudiendo fusilar a Aitor habilitó el balón a la zona de remate, pero ahí apareció un Aridane onmipresente para sacar el balón casi en la línea de gol. No sólo eso. El canario volvió a sacar con la cabeza una picadita sensacional de Machís sobre Aitor que se colaba en la portería. Fueron 20 minutos de los mejores de la temporada blanquivioleta, sin premio, el mismo que buscó antes del descanso Torró de cabeza en la portería contraria, pero su remate se fue fuera.

La segunda parte fue más equilibrada, aunque los navarros llegaron con más intención a la portería de Masip, sobre todo, después de los primeros minutos. Porque antes Machís volvió a ser protagonista, siempre con la bota afilada buscando el gol de la victoria. Sin embargo, el disparo de Chimy Avila, en volea desde la frontal, al palo, metió el susto en el cuerpo a los blanquivioletas y animó a los navarros a buscar la portería contraria. El encuentro fue más de ida y vuelta donde Plano en una portería y Moncayola en la otra tuvieron sus opciones. Con la entrada de Larin, la esperanza creció en Zorrilla y el canadiense tuvo la oportunidad de hacer un tres de tres, pero su remate a centro de Machís, siempre Machís, se le fue fuera. En la portería contraria Rubén García puso a prueba a Masip y Kike García disparó desde 35 metros e hizo intervenir al catalán con calidad. El Pucela tampoco desfallecía. Plata no acertó a completar una buena jugada tras un último remate y Olaza disparo fuerte en una jugada que provocó la contra de Osasuna, donde Brazanac llegó a remachar un pase de la muerte que salvó Masip para cerrar un duelo con tablas en un partidazo.