Stuani sobrevive al fuego amigo de David López

El Girona, esta temporada, es el equipo de los (im)posibles. Los rojiblancos nunca habían ganado al Betis en Primera y este domingo de resurrección, lo lograron. Tuvo que sufrir y remar con fuerza porque se encontró con un fuego amigo inesperado, el de David López. El central rojiblanco ‘regaló' dos goles a Willian José que fueron los que igualaron el doblete de Dovbyk. Pero este Girona quiere la Champions y tiene a un abanderado de excepción: Cristhian Stuani. El charrúa apareció en el 82′ y solo tardó diez minutos en derribar al Betis. Su gol lo gritó con fuerza Montilivi, que disfrutará de Europa la próxima campaña. Tiene ya 23 puntos de ventaja respecto, precisamente, el Betis (séptimo) y solo faltan 24 por disputarse. La victoria para el Girona es tremenda y eso que, al margen de David López, tuvo que hacer frente a un Isco increíble.

La intensa lluvia puso rápido el terreno de juego y a él se adaptó a la perfección Isco. El jugador bético fue un incordio constante para el centro del campo de un Girona que, poco a poco, se fue adueñando de la posesión y de las ocasiones. Todo pasó por las botas de un Tsygankov, que desde la mediapunta, destiló calidad. Es cierto que le faltó afinar en el último pase, pero se puso el equipo rojiblanco a la espalda. Y que los de Míchel necesitaban un ‘líder’ al tener la baja de Savinho. El Girona echó de menos al brasileño. Y no es porque Portu, que fue quien le suplió en la banda izquierda no lo hiciese bien, que sí lo hizo, pero es que el vértigo y el uno contra uno que te asegura Savinho es insustituible.

Costó ver ocasiones, hubo demasiado ida y vuelta sin finalizar, pero en el 25′ tocó zafarrancho de combate. Ayoze fue quien avisó para el Betis y Dovbyk, el matador del Girona. El 1-0 llegó de penalti VAR por unas manos de Chadi Riad. El ucraniano, en un remate de cabeza, se quejó de una mano y no se lo inventó. Gil Manzano, que reaparecía tras dos jornadas en la nevera, no lo vio y Jaime Latre, desde el VAR, le alertó. Tras verlo por la televisión no había dudas: penalti. Dovbyk fue quien agarró el balón y superó a Rui Silva. Se quitó un peso de encima porque no marcaba en Liga desde el 21 de enero, ante el Sevilla. Por lo tanto, de equipo andaluz a otro andaluz y el ucranianó tiró, y marcó, porque ya le tocaba.

Tras el 1-0, el Girona quiso subir las pulsaciones un poco más con las ocasiones de Miguel y Yan Couto, pero no hubo mordisco. Y cuando ya se creían ambos equipos en el descanso, David López hizo el primero de sus dos regalos a Willian José. El central del Girona pecó de exceso de confianza en la salida de balón y se lo entregó al atacante del Betis, que no falló. Tiró sin pensárselo, desde 30 metros, con Gazzaniga fuera de sitio y adelantado e hizo el 1-1.

Con la jugada todavía en la cabeza empezó David López la segunda mitad y Dovbyk le ayudó a olvidarse con el 2-1, en el 65′. Portu aprovechó el hueco en la espalda de Ruibal y, con un toque, dejó solo al ucraniano ante Rui Silva. Dovbyk, infalible, festejó su doblete y su gol número 16 este curso. Pero el fútbol quiso volver a colocar a David López bajo el foco y puso el lazo a su horroroso partido con un nuevo error. El central, en el 76′, se desintegró dentro del área, hizo un gesto rarísimo para no despejar el centro de Fornals, y el balón le cayó, dentro del área, a Willian José que fusiló a Gazzaniga. Tras ese segundo fallo, Míchel optó por sustituir a David López y su recambio fue Stuani. De la oscuridad a la luz purificadora. El charrúa es historia del Girona y el Girona se empeña en sellar su historia de Champions. La alianza es infalible.

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