Sin rastro de los Zidane

Cuando en enero de 2016 apareció Zinedine Zidane como salvador del Real Madrid, el club tenía en una u otra parte de su pirámide a toda la familia Zidane. A la leyenda marsellesa pero también a sus cuatro vástagos (Enzo, Luca, Theo y Elyaz) enrolados en La Fábrica blanca. Las derivadas del fútbol han hecho que, ocho años y medio después y con la reciente salida de Theo de la disciplina castillista rumbo al Córdoba, ya no quede ningún Zidane en el Madrid. Sólo papá Zizou mantiene un lazo con la entidad, recuperado tras estrecharse la relación en los últimos meses después su agrio adiós en 2021 y que cristalizó públicamente en ver al mago marsellés colaborar en la presentación de Mbappé. Un alivio para el madridismo.

El portar semejante apellido fue siempre un asunto peliagudo para el Madrid, que por decisión de Zizou, siempre celoso de la intimidad de los suyos, se esforzó siempre en ‘proteger’ a sus hijos. Tanto en su identidad (durante un tiempo los cuatro figuraban en la web del club bajo el apellido materno, Fernández) como lejos de Valdebebas, evitándoles el foco mediático.

Theo era el último

La semana pasada formalizó su adiós. Probará fortuna en el fútbol profesional con un recién ascendido a Segunda, el Córdoba. De durísimo disparo y un estilo similar al de su padre y su hermano mayor Enzo, es el más alto de la familia (1,96 metros). A sus 22 años no había logrado romper en titular fijo en el Castilla y su ciclo en la cantera blanca se ha dado por cerrado. Raúl siempre intentó proveerlo de oportunidades, pero sin éxito. Junto al pequeño, Elyaz (18 años), son los únicos Zidane que no han logrado debutar con el primer equipo madridista.

Enzo, sin equipo

El primero de los cuatro Zidanes en ser profesional y cuyo nombre procede de la devoción de Zizou por Enzo Francescoli. De una elegancia que destilaba semejanzas con el patriarca, fue precisamente su padre el que le dio la alternativa con el Madrid. Fue en Copa del Rey, contra la Cultural, en noviembre de 2016. Esa noche dispuso de sus únicos 45 minutos y posteriormente no acabó de cuajar. Tras pasar por siete clubes de cuatro países distintos se encuentra sin equipo (por segunda vez) desde el verano de 2023. Con 29 años parece estar en un hiato que huele a definitivo.

Luca destaca en Segunda

Con 26 años es el segundo en la línea de descendencia y siempre el más llamativo, porque se hizo portero por inspiración directa en Casillas. Tuvo dos partidos con el primer equipo, de la mano de su padre: su debut en Vila-real (2-2) en la última jornada de la 2017-18 y el 3-2 al Huesca el curso siguiente. Ha dirigido su carrera fuera de Valdebebas de manera más que digna. Generalmente en la Segunda española, pero en equipos punteros como el Rayo (fue clave en el último ascenso a Primera en Montilivi), el Eibar y desde esta 2024-25 lo hará en uno de los candidatos a subir, el Granada. Aterriza en Los Cármenes después de haber dejado una notable impresión en Ipurua. Algo bajo (1,83 metros) para lo que se estila en un portero moderno, es muchísimo más sólido que en sus inicios, cuando sufría desconexiones y algún que otro error llamativo, paradójicamente, con los pies. Eso es el pasado, va a más.

Elyaz, al Europeo Sub-19 con Francia

Elyaz (18 años) es el único de los cuatro que no alcanzó el Castilla y en enero se fue al Juvenil del Betis, pero su valía la refrendan desde la Federación Francesa. Recientemente le llegó la convocatoria de la Sub-19 para este Europeo... en el que mañana se enfrentará a España. Elyaz también es un rara avis en la familia, porque comenzó como lateral izquierdo, pero su impresionante planta (1,95 m.) motivó su reconversión en central. En la cantera verdiblanca está destacando y lo hace compatibilizando el Juvenil bético con el Betis Deportivo, el primer filial. Curiosamente, puede volver a Valdebebas este curso que comienza, como visitante, porque el Betis Deportivo y el Castilla compartirán el grupo II en la Primera RFEF.

¿Y Zizou?

El padre del clan se mantiene alejado del primer plano. Poco a poco, discretamente, se han ido limando las asperezas entre el club y el técnico que dejó el agrio divorcio en 2021. De una u otra manera, antes o después, el destino del Madrid y de Zidane era recuperar la sintonía de siempre. Y eso se percibió en el grandioso acto de puesta de largo de Mbappé. Zidane tuvo protagonismo junto a Pirri, presidente de honor, y Florentino Pérez. Los puentes entre ambos vuelven a estar tendidos. Los Zidane ya no están en el Madrid, pero el gran cabeza de la familia, a su manera, sí.

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