ATLÉTICO

Simeone y João Félix se acercan

La tensión entre ambos se rebaja en Los Ángeles de San Rafael. Por primera vez esta semana, el técnico felicita, de manera pública, al jugador por la ejecución de un ejercicio.

Los Ángeles de San Rafael
Javier Gandul

Las mañanas de rampa muerden las piernas, pero son bellísimas a los ojos. El contraluz de la madrugada, esa luz amarillenta que se se posa oblicua sobre todas las cosas. Cuando el autobús del Atleti llega a la orilla del campo de fútbol algo ha cambiado, aún embrión, pero por primera vez palpable, aunque sea apenas nada, el simple aleteo de una mariposa. La línea recta que desde hacía cuatro días cruzaba el rostro de João Félix amanece menos tensa, por primera vez más relajada. En la hora siguiente se comprobará que no es lo único. En la mañana del deshielo, en realidad, corre una ligera brisa fría.

Por primera vez desde el lunes se escucharán felicitaciones de Simone al portugués mientras ejecuta un ejercicio. Cuando los jugadores han salido del autobús había ocurrido ya algo también por primera vez estos días: João Félix saluda a los aficionados que gritan su nombre al otro lado de la valla. Un pequeño paso, un gran salto en realidad.

João y Simeone.Javier Gandul

Porque en ese jueves de segundo madrugón y triple sesión ocurren muchas más cosas por primera vez en esta estadía. Por primera vez, Simeone está pendiente y encima de los ejercicios del grupo de João Félix y no de otros, como en los días anteriores. Por primera vez, João Félix sonríe de manera continua, se mezcla con sus compañeros con más cercanía. Las estaciones están preparadas, cintas por parejas para trabajar el control y la estabilidad, el camino de colchonetas amarillas para los saltos y el equilibrio, los sensores semejantes a los radares de tramo que miden la rapidez con la que los jugadores atraviesan un circuito de aros en el suelo para acabar al sprint. Mientras, se escucha la voz de uno de los ayudantes del Profe, que va recitando los tiempos. El de João son tres segundos con cuatro centésimas, uno de los mejores.

El equipo y João afinan portería

A la espalda, la rampa, donde toca ir subiendo de uno en uno y de manera continua antes de plantarse ante las porterías que se alzan como fauces gigantescas. Esta mañana los rojiblancos tienen la puntería afinada. Comienza Koke el primero, echa a correr, desabrocha el cinturón con peso y controla antes de llegar al área para disparar. Gol. Simeone está encima y su voz es clara y sabia, como lo era la escritura de Milan Kundera: “No mirés la portería, mirá el balón”. Y así van pasando los chicos. João está en el último grupo, con Azpilicueta. “Bien, João, bien”, se escucha en Los Ángeles de San Rafael. Entrenador y jugador parece que han dejado de ser enemigos, algo que en realidad sumará más que la tensión de los últimos días al propósito que todos tienen, la salida del portugués del Atlético este verano. Porque si esos gestos de frustración y enfado no ayudaban, la escenificación del Cholo tampoco lo hacía, quitarle antes de los ejercicios, dejarle fuera, con Lodi, de un partido de diez contra diez en el que usa a todo el resto de la plantilla... Eso devalúa y no enriquece.

João se hace fotos a la salida.

João, lo cierto, es que brilla en todas las sesiones. Con pases, técnica y buen hacer. Simeone mastica, traga, traga, mastica. Cuando lo que todo es el trabajo de los remates de cabeza, se vuelve a oír clara su voz, “Bien João, bien, bien, muy bien”, que ondea como bandera blanca al viento. Cuando acaba la sesión lo hace con otra primera vez: João Félix se detiene a firmar autógrafos a los hinchas. La normalidad viaja en las comisuras de sus labios hacia arriba. La normalidad ha llegado a San Rafael con el deshielo y eso es noticia.

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