Sergio se despidió entre lágrimas y arropado por la plantilla

Sergio González, el que hasta el sábado fue entrenador del Cádiz, se despidió hoy en una emotiva rueda de prensa en la que estuvo acompañado por el presidente, Manuel Vizcaíno, parte de la directiva y, además, estuvo presente la plantilla del primer equipo, que aplaudieron y abrazaron al técnico. Sergio derramó lágrimas y reconoció haber sido muy feliz en su etapa en el conjunto gaditano. Envió un mensaje de ánimo a los jugadores, a los que les dijo que tienen la permanencia a un solo paso y reconoció espera llevarse con él “la losa de los 17 partidos sin ganar”.

Agradecido con todos los que han estado a su lado en esta etapa en el Cádiz. “Es uno de los momentos que uno no quiere vivir. El fútbol tiene muchas cosas bonitas y estos momentos son desagradables. Pero también es parte de esto. Gracias al presidente por confiar en nosotros y te agradezco que hayas dado mi sitio. También al resto de la directiva. A los jugadores también. Son lo más importante de aquí. Han sido momentos mágicos, que ni en películas se ven esos momentos. Gracias por intentarlo, por pelearlo, con mayor o menor acierto. Hay imágenes que no podremos olvidar como el partido en Vitoria del año pasado, partidos épicos… Es verdad que ahora da la sensación de que nada de eso pasó, pero hacedme caso que habéis hecho muchas cosas muy bien. También a mi equipo Diego y Dorado por ser mis escuderos. Se cierra una puerta pero se abrirán otra. También a los miembros del equipo que ya estaban aquí como Lolo, José o Pablo, que nos acogieron muy bien y hemos sacado su mejor rendimiento haciéndolo todo muy sencillo. También al resto del staff que no se ve como utilleros, médicos, fisios, a todos los trabajadores del club. El Cádiz es una gran familia y su sonrisa diaria siempre ha estado ahí”.

Afirmó que pasó una época increíble en el conjunto cadista. “Muy comprometidos y maravillosos. He sido un privilegiado y esto tiene un final. Nos vamos con la conciencia tranquila. Nos hemos exprimido al máximo, aunque eso no nos ha dado”.

Tuvo buenas palabras para una plantilla que lo arropó en su despedida. “El vestuario se ha vaciado, pero muchas veces el fútbol no te da. Esos partidos sin ganar nos ha hecho vernos más pequeños. En diciembre el equipo ha estado a buen nivel, después de Navidad no hemos estado bien pero el acumulado nos ha hecho daño. Por circunstancias del fútbol no hemos podido revertir la racha. Uno lo que quiere es que esto no acabe nunca. Los 17 partidos sin ganar no se podían sostener más. Deportivamente, los diecisiete partidos sin ganar ha sido una losa muy pesada. Ahora espero que esa losa me la lleve yo. El equipo ha pasado por el peor bache que se puede dar. Todo va a cambiar pero la lástima es que no vamos a estar nosotros. Me llevo la parte oscura”.

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