Se rompe mucho más que un ‘trío de hecho’
La marcha del brasileño desnuda un centro del campo que jugaba de memoria, con movimientos interiorizados por tres jugadores que reconocían repartirse ellos mismos los roles: Casemiro era la agresividad; Modric, la magia; y Kroos, el pase
La marcha de Casemiro al Manchester United lleva consigo que el triángulo de las Bermudas de Ancelotti desaparezca del mapa futbolístico y se vuelva a poner de plena actualidad un interesante y rico debate que, curiosamente, se había mantenido vivo y vigente en el tiempo a pesar de que uno de los triunviratos, el blanco, Casemiro-Modric-Kroos (2015-2022), se mantuviera en activo y el otro, el azulgrana, Busquets-Xavi-Iniesta (2008-15), estuviera ya fuera de la circulación desde hacía siete años.
Con los dos tríos de hecho desactivados, la interrogante sobre cuál merecería el honor de ser considerado como el mejor centro del campo de la historia del fútbol, al menos en su era moderna y en cuanto a clubes se refiere, cuenta con el parámetro de las estadísticas ya cerradas en ambos casos como un punto de partida. Pero no debería ser, en ningún caso, la única unidad de medida en la que se basara una comparación que no se ha podido medir en un mismo tiempo (cuando los azulgranas dejaron de jugar juntos, comenzaron a hacerlo los blancos y nunca se enfrentaron directamente). El cotejo entre ellos, además, engendra múltiples aristas técnicas, físicas y tácticas a las que someter la equiparación. Independientemente de que en el fútbol, como en la vida, sobre gustos no debería haber nunca disputas.
La disolución del tridente blanco ha coincidido justo con el momento en el que se empezaba a cuestionar su futuro conjunto. No era cuestión de dudar sobre sus rendimientos individuales (nada hacía presagiar que cualquiera de los tres fuera a tener un bajón significativo), era, simplemente, cuestión de exigencia y de competencia interna. La presencia en la plantilla de Tchouameni, Valverde, Camavinga, Ceballos… y la siempre amenazadora entrada en escena del calendario (los tres juntos, cuando Modric cumpla los 38 años el mes próximo, sumarán 100 años) eran dos claras amenazas a su supervivencia como trío. Cuando el triunvirato barcelonista se disolvió en 2015, entre los tres llegaban a los 90 años (Xavi, 34; Iniesta, 30; y Busquets, 26).
Un viaje en el túnel del tiempo nos desvela que el primer partido en el que Casemiro, Modric y Kroos compartieron titularidad fue en el Vicente Calderón en un derbi contra el Atlético (4-10-2015). Empate. Marcaron Benzema y Vietto. Los tres jugaron los 90 minutos. Para Casemiro era su segundo partido completo y después encadenó cuatro consecutivos. El entrenador del Real Madrid, entonces, era Rafa Benítez. El madrileño, en vísperas de la final de París contra el Liverpool, por aquello de haber entrenado a los dos equipos, tuvo un alto protagonismo en los medios de comunicación y no dudó en recordar que él había sido quien había dado al brasileño su primera gran oportunidad.
“Cuando llegué como entrenador en 2015, estaba cedido en el Oporto. Le tengo mucho cariño porque fue nuestro primer fichaje. Desde el club me preguntaron si lo quería repescar y, lógicamente, dije que sí. Hacía falta alguien que le diese equilibrio al equipo, en un contexto en el que muchos grandes jugadores no eran compatibles tácticamente entre sí. Era joven y siempre se quería quedar a hacer trabajo extra conmigo o con mis ayudantes. Escuchaba y se aplicaba para mejorar, por eso ha sido fundamental todos estos años en el Real Madrid”.
Zidane, que sustituyó a Benítez en enero 2016, también supo entender la importancia de Casemiro en el engranaje táctico y a partir de marzo le concedió la titularidad indiscutible al lado de Modric y Kroos. La trilogía ya era una realidad y Carlo Ancelotti, la temporada pasada, la mantuvo intocable desde el convencimiento de que su mezcla era casi perfecta. Desde aquel primer día, los tres ganaron 16 títulos juntos: cuatro Champions (2016, 17, 18 y 22); tres Ligas, tres Supercopas de España; tres Supercopas de Europa (2017, 20 y 22); y tres Mundiales de Clubes (2016, 17 y 18). Materialmente podrían ser más, pero en algunas finales, por diferentes causas, no llegaron a compartir titularidad. Juntos solo se les resistió la Copa del Rey. Contados en partidos han disputado 155 como titulares (96 victorias, 26 empates y 33 derrotas; de ellos, 142 fueron en la Liga y en la Champions (88/25/29).
A lo largo de todo este tiempo, entre los tres ha crecido una complicidad personal y futbolística. En enero de 2021, en vísperas de la Supercopa de España, un aficionado del Real Madrid escribió en su cuenta de twitter, con dos fotos de Modric y Kroos: “Algún día le contaré a mis hijos que tuve la fortuna de ver jugar a Modric y Kroos”. Casemiro, en su cuenta, le contestó. “Y yo que jugué con ellos”.
Desde el punto de vista táctico su entendimiento era perfecto, como ellos mismos reconocían públicamente con el aval de su entrenador. Ancelotti reconoció: “La dinámica que tengo con los tres sorprende porque hacen cosas que yo no les pido hacer, pero lo hacen con naturalidad y es una gran ventaja para este club disponer de ellos”.
Modric también admitió varias veces: “Jugamos de memoria, casi sin mirarnos. Los tres sabemos dónde tenemos que estar y qué hacer en cada momento”. Kroos ratificó la teoría: “Cada uno de nosotros conoce exactamente sus propias características y las aporta en consecuencia de tal manera que funcionen juntas. Tres Kroos no serían tan efectivos. Nos complementamos en el campo porque queremos jugar juntos y triunfar juntos. Y tenemos un gran equipo a nuestro alrededor que defiende atrás y ejecuta adelante”.
Casemiro, en una entrevista reciente concedida a la revista Panenka, se sumó a la evidencia: “Uno ayuda al otro, uno completa al otro. Uno tiene el pase (Kroos), el otro la agresividad (Casemiro) y el otro tiene la magia (Modric). Este es el mejor ejemplo. Sin solidaridad ni ayudas no se hace un equipo. Eso ya no se entrena. Sale solo. Con la mirada ya nos conocemos. Cómo le gusta el balón a cada uno, qué tipo de pase va a hacer el otro... No hay una explicación. Con los años hemos conectado de una forma especial y creo que esta temporada, además, estamos más unidos también fuera. Hay una amistad increíble, muy rica, muy bonita. Si vieras la química que tenemos los tres fuera, el compañerismo, las bromas que nos gastamos... Somos amigos y disfrutamos muchísimo jugando juntos”.
Curiosamente, la temporada pasada, a puro nivel de resultados, sus ausencias no fueron tan traumáticas para el equipo como pudiera parecer por su consolidada titularidad y su tremenda influencia en el juego colectivo. Sin Kroos, el Real Madrid sumó ocho victorias y dos empates; sin Modric, seis triunfos y cuatro igualadas; y sin Casemiro, otra media docena de victorias. Veleidades de las estadísticas. La final de la Supercopa de Helsinki pasará a la historia por ser su último partido juntos como titulares.
Los tres azulgranas, menos partidos juntos
En su tiempo, el trío barcelonista Busquets-Xavi-Iniesta, entre la Champions y la Liga, jugó junto 113 partidos con un balance de 77 victorias, 25 empates y 11 derrotas, a los que se pueden sumar sus 32 titularidades juntos con la Selección española (23/4/5). La primera vez que compartieron plaza como titulares fue el 21-9-2008, jornada tercera, en El Molinón (1-6), aunque ese día Iniesta ejerciera de extremo y Keita formó el centro del campo con Busquets y Xavi. A nivel de títulos sumaron 18 con el Barcelona: tres Champions (2009, 11 y 15), cinco Ligas (2009, 10, 11, 13 y 15); tres Copas del Rey (2009, 12 y 15); tres Supercopas de España (2011, 12 y 14); dos Supercopas de Europa (2010 y 12); y dos Mundiales de Clubes (2010 y 2012). Con la Selección, los tres ganaron una Eurocopa y un Mundial. Sergio Busquets no estuvo en la primera (2008) con Luis Aragonés.