Sancet congela Vallecas

Los leones duermen en Champions, gracias a los dos zarpazos de un Sancet inspirado. Tanto como su equipo, un Athletic pletórico, que ruge en Liga y en Europa League. Esta victoria, la tercera consecutiva, le confirma como un firme candidato a todo y eso que el partido de Vallecas se le atragantó en el primer cuarto de hora, cuando un pillo Nteka sacó petróleo de un error de Paredes. Sin embargo, Valverde dio entrada a Sancet y todo cambió. Los rayistas vieron cómo se les escapaba el botín y volvían a caer por tercera jornada consecutiva. Su plácida estancia a mitad de tabla se les va complicando...

Valverde introdujo hasta media docena de cambios respecto a la Europa League y sus leones saltaron al verde con hambre y energía. De ahí que a los dos minutos Nico Williams ya tanteara a su presa con un tiro demasiado escorado. Su rival se sacudió ese papel de víctima e Isi probó suerte, pero su disparo acabó en las manoplas de Agirrezabala. Batalla también tuvo que dar un paso al frente para atajar un remate de Guruzeta. No obstante, ahí, camuflado entre la zaga visitante, estaba merodeando —y presionando— Nteka. Iñigo insistió en él como nueve y el plan le salió bien. El mediapunta franco-angoleño olisqueó la sangre, el fallo de Paredes en su cesión a Agirrezabala, y cazó el 1-0 para delirio de la sabana vallecana.

El león estaba herido y, de vez en cuando, sacaba la garra a pasear. Batalla desvió un zurdazo de Yuri, un trallazo de Nico se perdió por el lateral y un tiro de Jauregizar se marchó a las nubes. Sus zarpazos no pillaban carne... por poco. El Athletic se mostraba más activo. Más peleón. Mientras que las pocas ocasiones franjirrojas siempre terminaban pasando por el felino Nteka.

Las pulsaciones bajaron tras el descanso y, muchas veces, las llegadas no entrañaban peligro. Hasta que a Nico le daba por asomar. Primero Lejeune cortó uno de sus centros envenenados y después, Batalla blocó un zapatazo. Siempre es un error dar por muerto a un león y más si el león es Nico. Él cocinó el empate. Se internó en campo rival y puso un centro a Sancet, que no dejó caer el balón y puso el 1-1. Esa fue la primera piedra para la remontada, que apuntilló de nuevo Sancet con un misil desde fuera del área. Por algo es el pichichi rojiblanco con siete dianas y el centrocampista con más pólvora de la Liga.

Ese doblete de Sancet, que había entrado en el 56′, confirmó que los cambios de Valverde funcionaron. El Rayo buscó el empate con más corazón que cabeza. Álvaro tuvo dos ocasiones prácticamente seguidas, pero la primera se fue alta y la segunda desviada. Lejeune se sumó con una falta. Nada. Los franjirrojos se afanaban por achicar agua cada vez que cogía el balón Nico y por no morir desangrados de esos dos zarpazos. Sin embargo, el ataque de los leones volvió a ser letal en uno de sus campos fetiches.

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