Sancet alienta las protestas

EI Valencia es un moribundo, un espectro de lo que fue, un club sin sentido en la gestión y un equipo sin rumbo ni suerte sobre el césped. Su afición está harta de Peter Lim y desesperada por lo que transmiten los jugadores, que se toparon con Unai Simón y a los que ni haciéndolo mejor que otras veces les dio para ganar por sus dantescos errores. Hacía 40 años que llegados a la jornada 21 el Valencia no ocupaba puestos de descenso, que es donde está. Ni tan siquiera lo estaba el año que bajó a Segunda, ese 1986 del que tanto se habla por la ciudad. Pero ahí, en el pozo de la tabla, le dejó Valverde. Otra vez el Athletic, que le puso en Copa la puntilla a Gattuso y en Liga, a Voro. Su efecto se perdió. Su epitafio dirá que nunca octavas partes fueron buenas. Hasta su hechizo ha hecho añicos Lim.

La tarde comenzó y acabó con bronca. Miles de personas se concentraron antes fuera del estadio para manifestarse contra Lim y Sancet se encargó después de alentar y alargar las protestas. No eran para menos. El Valencia desde el 7 de octubre solo ha ganado un partido y suma un punto de 21. Y aún así desde el club no se veía necesidad de reforzarse.

Y eso que el partido arrancó bien para los de Voro, liderados por Castillejo hasta que las fuerzas le aguantaron. Aquel aficionado que decidió ocupar su asiento desde el inicio, no por simpatía hacia Lim sino para estar al lado del equipo, presenció la lesión de Cavani (luego cayó Yunus y Lino) y el gol del propio Castillejo; aquel que optó por quedarse fuera hasta el minuto 19, no por desapego a los jugadores sino para enfatizar su hartura contra Lim, se encontró al ocupar su butaca con el gol de Nico.

Al Valencia le pasó como tantas veces. En las fases que fue mejor no remató a su rival, Hugo Duro tuvo un par buenas, encontrándose con un Unai Simón que fue el mejor de la velada. Sin embargo, conforme pasaban los minutos, el Valencia se fue deshaciendo cual azucarillo. El Athletic se fue creciendo y la salida de Iñaki Williams sonó a zafarrancho de combate. Así, tras una pifia de Cömert, llegó el gol de Sancet, que enfatizó su momento de inspiración con Luis De la Fuente en el palco. En favor del Valencia hay que decir que los jugadores lo intentaron hasta el final, al menos no tiraron la toalla, pero no les dio para ni para empatar. El Athletic sigue mirando hacia arriba. Se coloca sexto en la clasificación y entra así en Europa.