Rodrygo tira la puerta
El brasileño brilló en los 20 minutos que disputó ante el Kairat Almaty. Sustituyó a Vinicius y fue el jugador con más regates (4) del partido.
Rodrygo (24 años) quiere más. El atacante brasileño, que ha participado en siete de los nueve encuentros disputados por el Real Madrid desde el inicio de la temporada, vuelve a demostrar que está preparado para dar un paso al frente. Aunque solo ha sido titular en dos de ellos -frente al Oviedo en liga y ante el Olympique de Marsella en la Champions-, sus apariciones desde el banquillo han dejado claro que la competencia en la delantera no concede respiros.
Actualmente, el exjugador de Santos desempeña su papel en la banda izquierda, la zona donde reina Vinicius, y donde se ha convertido en su relevo natural: el flanco derecho con Mastantuono y Brahim (e incluso con la posibilidad de Güler) está sobrepoblado y el ‘11′ se ha mudado al lado contrario del campo con la llegada de Xabi Alonso. Precisamente, en el último compromiso europeo contra el Kairat Almaty, Rodrygo ingresó en el minuto 70 sustituyendo a su compatriota. Y brilló en esos 20 minutos.
El brasileño completó 23 pases, apenas seis menos que Vinicius en los 70 minutos previos (29). También rozó su cifra de toques de balón: 37 por los 44 que acumuló el titular. Pero más allá de la estadística comparativa, su incidencia en el juego fue inmediata y contundente: fue clave en la jugada del tercer gol de Mbappé en el partido.
En ese breve lapso de tiempo, además, Rodrygo firmó cuatro regates con éxito, la misma cifra que Dean Huijsen, lo que le convirtió en el mejor del partido en ese apartado. Asimismo, se situó como el tercer jugador con más pases clave (2), solo superado por Kylian Mbappé (3) y Arda Güler (4). Un impacto significativo para un futbolista que no disfrutó siquiera de un tercio del encuentro.
Los números hablan por sí solos. Rodrygo no se resigna al papel de secundario. Cada minuto sobre el campo lo aprovecha para enviar un mensaje inequívoco: está listo para competir de tú a tú con Vinicius en la posición más cotizada del ataque. Su ambición y su rendimiento obligan a Xabi Alonso a replantear la gestión de la delantera. Rodrygo aprieta. Y cada vez con más fuerza.
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